Bar El Puerto Navacerrada

El sitio ideal para tomar algo tras un paseito agradable por el embalse de Navacerrada. Hemos llegado tarde, sobre las 14.30 h y la terraza estaba llenísima, osea que ya tenía buena pinta. Al quedarse una mesa libre, le hemos preguntado a la camarera y en seguida nos la ha limpiado y tomado nota. Tienen un vermut rico (que no es Martini) y cerveza de grifo y en tercio. Tienen una carta muy variada, es como una mezcla entre comida mediterránea y venezolana. Me ha sorprendido encontrar cachapas, arepas y patacones. Y un punto muy a favor es que, todos los platos son caseros, con buenos precios y lo avisan en la carta, por la posible tardanza en hacer los platos al momento. Hemos probado las rabas (que vienen con patatas y ensalada), las empanadillas venezolanas (vienen 3, una de pollo, otra de carne y otra de queso; esta última no sabía demasiado) y las patatas puerto (con salsa de queso azul). Han tardado un poquito más de lo normal y la camarera ha venido a avisarnos y a disculparse. Luego se han dado mucha prisa y cuando nos hemos dado cuenta estábamos comiendo. La chica ha sido un encanto, muy amable desde el principio hasta el final. Se ocupaba de las mesas sin largas esperas, eficientemente y siempre con una sonrisa. La terracita está muy bien y hemos tenido suerte de ir en un día de solecito y se estaba muy a gusto. Repetiremos para probar las Arepas que tenían una pinta buenísima. Además de la oferta de 2 Arepas + 2 Tercios de Águila por 15€. Muy muy bien, ha sido una gran experiencia, por 32€ hemos comido 2 personas, con bebida incluida. Súper recomendable.

Sitio pequeñito donde hacer un alto en el camino. La comida no esta mal sin ser sobresaliente pero a un precio justo, lo que verdaderamente destaca es el trato del personal, muy amables y serviciales.

Sitio muy acogedor tipo refugio,buenas tapas..con el entorno de la preciosa villa de Navacerrada...muy recomendable..

Hemos parado en esta terraza, la primera que nos hemos encontrado, subiendo desde el camino del embalse y la verdad que ha sido un gran acierto. Ni una sola pega. Una carta muuuy variada, entre raciones de comida mediterránea y platos venezolanos (bastante originales y conseguidos). Todos los platos son caseros, lo que es un gran punto a favor. La terracita está genial, hemos estado a gusto al solecito y el local por dentro es pequeñito, pero acogedor. Hemos probado las rabas (vienen con ensalada y patatas), las empanadillas venezolanas (vienen 3, una de cada sabor, con una salsita que es una especie de alioli casero) y las patatas puerto (patatas fritas caseras con salsa de queso azul). Todo bastante rico, las rabas lo mejor, un plato bastante generoso. La camarera un encanto, en seguida nos ha limpiado la mesa y atendido genial. Ha venido a avisarnos de que había llegado tarde la comanda y se han dado bastante prisa en traérnoslo, así que no hemos esperado a penas. Repetiremos seguro, porque nos ha encantado el paseito por el pueblo y el embalse, con este final de mañana en El Puerto, ha sido un plan perfecto. Además, nos hemos quedado con ganas de probar las Arepas y la oferta de 2 Arepas + 2 tercios Águila, por 15€. Muy bien también de precio, por cierto. Hemos pagado 32€ por tres platos y 2 bebidas. Bastante bien para un día festivo.

Todo empezó con una salida de amigos a la sierra y entramos a este restaurante el cual nos presento una carta bastante completa. Pedímos los nachos que estaban muy ricos, después hamburguesa, entrecot y patacón y la verdad estaba todo delicioso. La atención fue muy agradable y desde luego una muy buena experiencia. Totalmente recomendable y calidad precio muy competente.