En general nos gustó mucho el lugar. La comida es calidad y está todo muy bueno. Tal vez algo caro para el tamaño pero debemos tener en cuenta la situación del restaurante que está a tres pasos de nuestra imponente catedral" la manquita". Un sitio maravilloso donde disfrutar comiendo.
Hace tiempo que no comía tan bien…
Sencillamente ESPECTACULAR.
Producto de altísima calidad, tratado a la perfección.
No se pierdan el tartar de Atún rojo con trufa y el caldillo de Pintarroja.
Un festival de sabores y buen hacer.
Servicio impecable.
Una auténtica joya para los sentidos .
ENHORABUENA en mayúsculas por un trabajo exquisito.
Un imprescindible en Malaga.
La comida está realmente buena y el servicio es inmejorable.
Por sacarle falta diría que, si te van a poner en mesa alta, te lo deben decir cuando haces la reserva, aunque finalmente nos pudimos sentar en mesa baja. También que las mesas están demasiado juntas.
En cuanto a la comida, destacar el caldito de gazpachuelo, que estaba espectacular, pero lo llamo caldito porque tenía poco condimento, un poco más de papas no vendrían mal.
La ostra rica y fresca.
La mini hamburguesa buena y la rusa está muy buena en cuanto a sabor pero quizás demasiado batida y con demasiada mayonesa.
El pulpo bueno, la base cremosa y rica para los amantes de la trufa.
Y por último la torrija que estaba muy buena en pan Brioche.
Volveremos a probar los arroces.
Bastante bien pero algo irregular en la calidad de los platos
Excelente la ensaladilla rusa y el pan. La tortilla de Betanzos bien de cuaje pero sosa. Servicio atentísimo y muy majo
Volveremos a probar el arroz de alcachofas
Fuimos a cenar en pareja. El restaurante es lindo y típico malagueño. Los camareros muy amables y atentos. Una de ell@s al pasar vio un trocito de corcho flotando en mi copa y me sirvieron otra sin necesidad que se lo pida. El aperitivo rico. La ostra muy rica y fresquísima. Recomiendo al 100% las patatas bravas. Ojo vienen al punto se sal. El arroz de pluma y abanico estába bien. La torrija no se deshace y quizás parece más una esponja que a lo que estamos acostumbrados como torrija. Pero me gustó mucho y sin duda repetiría
Muy buen restaurante.
Repito experiencia, esta vez para almorzar en mesa baja.
En esta ocasión, como plato principal, arroz negro con calamar y gambas con su alioli. Presentado en mesa pero servido en cocina. Al dente y muy rico.
Para amenizar la espera, pedimos uno de sus platos más célebres, ración de ensaladilla rusa con langostinos y esferificación de aceituna. Servida a temperatura ambiente y la patata hecha puré. La fusión de la patata y la aceituna derretida es espectacular.
También sirvieron croquetas, unas de gambas al pil pil y otras cremosas de jamón ibérico de bellota. De nota!
En resumen, a pesar de tener unos precios algo elevados en parte de la carta, es un restaurante más que recomendable, de muy buena calidad y con un servicio profesional, agradable y atento. El ambiente es tranquilo y relajado, ideal para degustar sus platos.
Hemos estado un par de veces y en ambas ocasiones hemos pedido el arroz de ibéricos: exquisito.
También hemos probado el gazpachuelo (10/10) y el pulpo: buenísimo.
La ensaladilla rusa, muy buena también.
Volveremos para probar otros platos, aunque difícil no querer repetir ese arroz de ibéricos...
La atención de las camareras fue muy correcta y amable.
María de Toro Hernando
+5
Llegamos por casualidad. Parece un sitio de precio elevado, pero las raciones son abundantes (especialmente el postre) y el trato exquisito. Aunque pueda ser un poco más caro que otros de la zona, la calidad del producto es mucho mejor. Además, la calle es más tranquila que otras y te permite cenar en calma.
Vinimos a este lugar por error ya que íbamos buscando el Uvedoble, pero bendito error. Una auténtica sorpresa encontrar este lugar.
La comida increíble, la rusa muy original y rica con el aceite en esfera, la ensalada de remolacha asada con frutos secos muy rica, el ceviche picante y muy adictivo, ajoblanco en su punto y las croquetas (gracias a la camarera María) cremosas y que se deshacían en la boca.
A destacar sobretodo el trato del personal, María supo captarnos con humor y alegría, y durante toda la cena estuvo atenta a que no nos faltase no gloria!
Queda pendiente volver y probar sus arroces y algún que otro plato del menú, que tenían una pinta increíble
Un gran sitio donde comer. Nos dejamos guiar por el Chef y fue un gran resultado, un gran despliegue de platos, muy destacable la ensaladilla Rusa, una crema templada q se deshace en la boca, el gazpachuelo, paella.... y una carne espectacular a lo que hay q añadir unos espléndidos postres caseros. Amabilidad del personal, destacando a Susana.
Enhorabuena
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