El bar Cris ofrece una experiencia excepcional que combina la calidez de su ambiente con la delicia de sus pinchos de tortilla, que son simplemente inigualables. El toque perfecto es que te obsequian uno con cada café, elevando la experiencia de disfrutar de esta tradicional delicia española. La combinación de sabores y texturas en el pincho de tortilla es sublime, convirtiéndolo en el complemento perfecto para acompañar tu café. Sin duda, el bar Cris ha logrado destacarse no solo por su acogedor entorno, sino también por su inigualable pincho de tortilla, que se convierte en una razón más para volver una y otra vez, estando ubicado en pleno camino de Santiago.
Muy buen sitio para hacer una parada en el Camino para reponer fuerzas. Tienen una gran variedad de tortillas caseras, riquísimas y cocinadas al punto. Parada obligada para los amantes de la tortilla de patata. La tortilla picante está muy buena, pero sólo para los muy amantes del picante.
Un sitio muy bueno para tomar el café.
La tapa es generosa, mención especial para las tortillas, muy ricas y de varios sabores. Y con buen precio, que no abunda últimamente
juan carlos soler moreno
+5
Una parada obligada en el camino , por delante una etapa dura y hay que coger fuerzas, interesante pedir el desayuno de Cris , por 5 euros o 5'50 , con zumo , café , tostada o pincho de tortilla ( muy buena pinta)
Muy bien sitio para tomar algo y cenar. La pedimos para llevar, todo muy rico y servicio rápido. Buen trato y atención.
Una maravilla, en Murias, buen servicio, buenísima y abundante tapa de tortilla, a elegir entre varias...en definitiva un lugar cerca de Astorga con parada obligada, en pleno Camino de Santiago.
Bar de pueblo con productos de calidad, aconsejo las tortillas de patatas que están muy buenas, y las camareras muy amables, además a muy buen precio.
Está en Murias de Rechivaldo a 4 kms. De Astorga, un pueblo por el que pasa el camino de Santiago., Y que se llena de vida y de gente por las mañanas a los desayunos y por las noches a las cenas.
Es un sitio que te hace preguntarte si no hay nada pequeño debido al tamaño de sus raciones, hasta los montaditos son grandes.
Está regentado por Pepe y por la noche está de camarera su hija Tania, una crack de camarera que nunca pierde la sonrisa y los precios son más que asequibles.
Grandes personas, gran cantidad de pinchos sabrosos (recién hechos) y buenos precios. REPETIRÉ SIN DUDAR.
Parada obligada para los s peregrinos.
Genial. La comida riquísima y la atención inmejorable. Además se está genial en la terraza. Un 10.
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