Estupendo!!!!!!.Los dueños atentos, amables,... Un lugar limpio donde poder comer tapas divinas hechas con esmero.
Un sitio con encanto ...un dueño maravilloso...ambiente expectacular ..y unas tapas inmejorables ....ay q antojo tengo solo de pensar en volver ....enhorabuena x vuestro trabajo y empeño en mejorar ...
Pequeño pero muy acogedor, ya he ido unas 6 veces. No tienen una carta muy extensa, pelo todo esta muy rico. Para cenar y charlas de manera informal me encanta. Muy amables y atentos. Sin duda seguiré yendo.
Recorriendo Murcia nos encontramos con esta grata sorpresa que se lleva todos nuestros elogios.
Para comenzar, el ambiente es muy distendido y los chicos de la barra te explican en detalle en qué consisten los platos, que están a la vista para que uno pueda ver lo que está comprando.
Si bien es cierto que la carta no es extensa, es lo suficientemente variada como para disfrutar de algo original. Hemos ido a muchísimos lugares en Murcia y siempre nos hemos encontrado con las mismas tapas. Sin embargo, en este lugar las tapas son originales y muy variadas. Nos gustó el hecho de que teníamos que preguntar qué ingredientes tenía cada plato, lo que no nos ha ocurrido en otros lugares.
En cuanto a precios, es lo normal, como en todos lados, uno no se va a llevar una sorpresa desagradable.
Me parece que este lugar es una joya en Murcia a descubrir. Es realmente muy recomendable cuando uno está buscando sabores originales, buena atención (incluso en muy buen inglés por parte de uno de los camareros), buenos precios, y un ambiente distendido.
Vamos a volver.
¡Un gran acierto!
Un sitio pequeño, mínimo, al que le sacan un gran partido.
Ideal para tapas, estupendamente atendido.
Tapas típicas murcianas de toda la vida, junto a propuestas originales.
Hostias de morcilla, pera y cebolla, buenísimas.
Hojaldre de alcachofa y jamón.
Lomo de orza muy bien preparado.
Un 10 para el camarero, que sorprendentemente llega a todo, ¡él solo!
Espacio muy limitado, de ahí el nombre.
Como su nombre bien dice es pequeñito, una barra, un par de mesas y un barril en la entrada. No sé si será por sus dimensiones, pero es un lugar muy agradable con ricas tapas y precios más que razonables para la ubicación que tiene (al lado de la catedral). Parada obligatoria en la ruta de tapas murciana. No recomiendo ninguna tapa, porque además de que las cambian, es que están todas muy buenas!!!
Muy bien situado, cerca de la Catedral, en zona de más locales. Pequeño, íntimo, acogedor. Buen servicio y atención. Gran variedad de pinchos, fríos y sobre todo, calientes. Buen precio. RECOMENDABLE.
Camareros/cocineros muy amables y eficientes. Cerveza fría bien tirada. Tapas tipo pincho a elegir con diferentes precios. Todo muy sabroso y rico. Los de la mesa de al lado se quejaban del tamaño, y a mi me gustó precisamente eso. Poder probar muchas cosas muy ricas sin hincharte de pan. Pan que por cierto lo ponen muy finito, tostado y recién calentito. El champiñón relleno estaba.... de lujo, los ahumados, la mini burguer....
En fin, un sitico muy recomendable.
Local pequeñito pero con un trato muy agradable. Gran variedad de tapas saliéndose un poco de lo clásico. Calidad precio bastante bien. Y la localización muy nena en pleno centro.
Un trato excelente, da gusto que gente simpática y educada te atienda. La cerveza siempre bien fresca, y las tapas variadas, trabajadas, originales y francamente buenas. Así da gusto.
Es muy pequeño, en el centro castizo de la ciudad, el servicio es muy profesional, el trato sonriente y agradable, tomé una tapa de pulpo, una marinera y salchichas secas quedándome satisfecho de verdad de la calidad,
Genial.
Económico y super bueno.
Muy pequeño para comer. Mejor para tomar algo.
Hay que ir pronto, se llena mucho y rápido.
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