Altillo

Cafetería con una carta muy extensa y variada con gofres, crepes, tortitas, distintos cafés , infusiones, batidos, zumos, etc. Me pedí un Kindgofre, con helado y kinder, que estaba buenísimo y un frapé de chocolate que para mi gusto estaba sin más. Local con decoración algo bohemia de principios del siglo 20. En cuanto al precio, es algo elevado aunque normal para este tipo de locales.

Sitio de dulces típico y con renombre. Los postres están bastante bien, precio adecuado y cantidad adecuada. No hay que olvidar que son postres y a veces puedes terminar empachado. El servicio, regular: lento, un poco escaso y en hora punta como pollos sin cabeza. No es un sitio para ir con prisas, por lo que lo del servicio te puede dar igual. En el interior, al ser un local que fomenta ir en grupo, se monta mucho murmullo lo que hace que el ambiente, por momentos, sea molesto. Si quieres que el chocolate corra por tus venas, es tu sitio en el Zig-Zag

Al sitio es tranquilo y muy agradable para merendar. Muy rico todo, el gofre a la taza espectacular, te quedas llenísimo! Y si quieres algo más ligero los batidos o granizados están espectaculares, sobre todo el de calipo, con 3 sabores, el que muestro en la foto, cuando lo pruebes cualquier otro granizado te sabrá a poco, y cada vez que pidas un granizado en cualquier otro sitio siempre te acordarás del calipo del Altillo 😜

Lugar estupendo para tomarse un postre riquísimo después de la comida o para ir a desayunar o merendar. El sitio es muy coqueto y acogedor y tienen una muy amplia variedad de opciones en la carta. Estuvimos un rato largo viendo que queríamos. Todo estaba exquisito y el servicio muy bueno y rápido. Lo recomendamos 100%