Il Bareto

Había pasado cientos de veces por enfrente sin prestarle atención hasta que un día decidí pasar y probar. Uno de esos sitios anodinos que pasan desapercibidos hasta que das un paso adentro y descubres que es un sitio especial. Nada más entrar de nota esa sensación de estar como en casa, con gente que se ve que son habituales del local. Después Melchor, el propietario, transmite una paz y un buen hacer que te hace sentir como en casa aún más. Muy buen café y unas tostadas buenísimas que prepara con mucho mimo. Un sitio para volver y para enseñar.

Le quito una estrella porque el caballero que está detrás de la barra atendiendo NO se lava las manos. Toca el dinero y luego toca el pan que tú te comes. Para mi parecer no es higiénico, debería modernizarse (ya que está sólo) y colocar una máquina que haga el trabajo. Por lo demás sí es aconsejable ir porque es bueno y barato, no hay gran variedad para el desayunos pero tiene excelentes cafés.

Local excelente para tomar el desayuno/almuerzo que, aunque cuenta con muy poco espacio (apenas una barra en el interior y un par de mesas fuera), merece mucho la pena ir por el producto que ofrece, tostadas diferentes y cafés sabrosos. Todo ello gracias al cariño que se nota que pone el dueño. Precio muy razonable. Muy recomendable ir tranquilamente y disfrutar de un rinconcito que no mucha gente conoce.

Excelente desayuno auténtico italiano en el centro de Murcia!! Capuccinos clásicos deliciosos y originales tostadas para un desayuno diferente. La de pesto verde con parmesano y la "Giro", espectaculares!! Siempre que venimos a Murcia intentamos hacer hueco para "transportarnos a Italia". No le pongo 5* porque han quitado la terraza y es una pena, ya que el local es pequeño y no se disfruta igual de tranquilo el desayuno, pues suele estar lleno. Por lo demás, producto y trato bellissimi!

Fuimos a desayunar movidos por las buenas reseñas que acumula este local en varios medios, ya que habíamos pasado varias veces por delante y nunca nos había llamado la atención (tal vez necesite un poco de trabajo de promoción, ya que el producto lo vale). Pedimos dos tostadas, una genovesa (pesto y parmesano) y una napolitana (tomate, aceite y parmesano). Si bien ésta última era una tostada bastante decente en tamaño y sabor, la genovesa superó cualquier expectativa con un pesto muy bien medido que daba como resultado una tostada muy sabrosa a la par que contundente. Además, pedimos dos cafés, un capuccino frío y un capriccio italiano (que sustituye el cognac del capriccio común con amareto). Ambos estaban espectaculares, muy sabrosos y con todos los elementos aportando en una mezcla muy equilibrada. Todo lo comentado nos costó un total de 6.60€ El local es pequeño y el camarero fue muy amable y simpático desde el momento en el que entramos, sin duda un valor añadido. Si tienes la oportunidad de ir en su reducido horario, no la dejes pasar, nosotros nos morimos de ganas de seguir recorriendo la carta de cafés.