Chez Marcel

Siendo Francés de origen, solo puedo decir que me he trasladado por unas horas a Francia, gracias a la comida y al trato del camarero que me imagino que era el dueño ya que no había nadie más allí. La vivienda es una casa de madera situada en plena huerta de Murcia y está decorada con un gusto exquisito. La comida es insuperable, todo estaba buenísimo y tengo que volver a repetir ya que no he podido pedir todo lo que quisiera ya que es imposible decidirte por algo ya que todo suena apetecible. Lo recomiendo sin ningún género de duda.

Para mi es un lugar con mucho encanto. Rodeado de huerta, encuentras una casita de madera muy cálida en interior y muy bonita en el exterior. Cenamos en un ambiente tranquilo, romántico, con musica francesa de fondo. Los tiempos entre plato y plato fueron perfectos. La amabilidad del dueño extraordinaria. No era la primera vez que iba y sin duda no será la ultima. Calidad-precio 10 Añadir que estábamos solos, así que la velada se hizo aun mas especial.

El restaurante situado en una casita de madera en la huerta. Tiene aparcamiento en la parcela. El camarero con su encanto francés te aconseja muy educadamente para facilitarte la elección de comida de la carta. Te invita a una copa de cortesía mientras decides. A pesar de que esta es muy escueta, tiene platos peculiares. Hemos pedido un paté casero, que estaba muy bueno de sabor, aunque su textura tan densa no nos ha convencido. Un plato variado de quichés caseros, muy buenos, se nota que están elaborados por ellos. Y de platos principales pechuga de pato, solomillo de cerdo, ciervo (exquisito!!!) y el plato de pescado. En general acompañados todos los platos con la salsa adecuada. Los tiempos entre platos muy adecuados.

Un restaurante de cocina francesa maravilloso, regentado por Diego y su mujer. La comida tiene una calidad muy alta y una selección de platos que satisface a todos. Incluso si eres #LactoseIntolerant, encuentran algo que puedas comer. La única pega es que está lejos del centro urbano, pero esto también le da un toque acogedor y cuco. La decoración, preciosa.