El sábado almorzamos allí mi marido, mis 2 hijas de 10 y 6 años y yo. El local es calentito y en la zona media. Pedimos una pizza margarita y unas patatas fritas con un huevo para las peques, una pizza veleta para mi y un entrecot con patatas fritas para mi marido, una botella de agua grande, una coca cola, un crepe con nata y chocolate y un mousse de chocolate. La comida está buenísima, las pizzas con buena cantidad de ingredientes frescos y riquisimas, el entrecot muy hecho como pedimos pero tierno y con un sabor espectacular y los postres...una maravilla! El crepe era muy grande y el mousse exquisito. Pagamos 79 euros, los precios vienen sin IVA, algo que no leímos antes pero la verdad, volvería a pagarlo porque la comida está muy buena. Destacó el servicio del camarero Sebastián y la chica morena (llevaba el pelo estirado), súper simpática y nos atendió muy bien. Se quedó asombrada porque cuando vino, en 2 ocasiones, a recoger los platos, yo se lo tenía todo recogido en un montón sólo para ella llevárselos...los clientes debemos tener más empatia con ellos. Gracias a ambos por tanta amabilidad. El año que viene volveremos a comer allí, salimos con buen sabor de boca aunque la cartera un poco temblona jajaja.

Muy bien sitio con variedad de platos. Excelente para pasar a retirar comida de camino a casa. Opciones vegetarianas y algunas veganas.