SE MERECE UN TOP5!!! Lugar bonito, precio muy económico y platos bastante bien elaborados ( el Brownie estaba seco, era más bien bizcocho de chocolate pero estaba muy bueno de sabor)La atención rápida y atenta. Limpio. Cocina abierta, te puedes sentar en la barra donde se ve a través de una clistalera la cocina. Por poner algún pero, hay bastante ruido a hora punta, la gente habla muy alto y molesta un poco. Mejor si vas con reserva.
Fuimos a cenar yo y mi pareja y la verdad que quedamos bastante satisfechos ! Pedimos unas croquetas de setas que estaban muy buenas ! A la par pedimos la hamburguesa de queso de cabra que estaba espectacular . Por poner un pero las bravas no nos gustaron demasiado , la patata estaba un poco aceitosa y le faltaba sabor a la salsa . La atención del personal muy correcta ! Lugar recomendable
Este restaurante es simplemente excepcional. La comida es exquisita, cada plato es una obra maestra de sabores y presentación que deleita los sentidos. Pero lo que realmente lo hace destacar es la experiencia única de tener a los camareros recitando poemas en arameo entre plato y plato. Es un toque artístico y cultural que eleva la cena a otro nivel. Además, me encanta que los camareros vistan con túnicas blancas, lo que añade un toque de autenticidad y elegancia al ambiente. Sin duda, una experiencia culinaria inolvidable que recomiendo encarecidamente.
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