Restaurante Nintai

Cena íntima y muy agradable. Solo hay 12 comensales por turno en torno a una barra principal. No tuvieron problema en adaptar el menú a nuestro gusto, cosa que se agradece. En general, platos sorprendentes con sabores y técnicas que no conocíamos. Aunque quizás sea lo que menos destaque en un principio, la anguila frita estaba ESPECTACULAR. Fue lo que más nos gustó. Por contra, los nigiris bastante flojos y el servicio, aunque amable, fue un poco lento... Estuvimos más de tres horas para cenar... Todos los detalles cuentan

Describir mi experiencia en este restaurante se puede conseguir con una sola palabra, fue asombroso. Tanto por el trato del personal, la calidad de los productos, fueron inmejorables. El concepto de comer en la barra y que el propio Chef te explique el proceso de elaboración, lo que debes experimentar y como potenciar al máximo la experiencia gastronómica, con simples combinaciones entre sake y cada plato era un lujo en toda regla. Todos los platos fueron exquisitos. Para mí, el mejor fue tartar, ya que con solo probarlo se podía disfrutar la calidad del producto y el cuidado con el que habían preparado el plato. Si nunca has estado en este tipo de locales, te invito a que arriesgues por el restaurante Nintai. No te arrepentirás.