El Ochenta

He ido ya muchas veces a El Ochenta, pero es la primera vez que reseño, no por falta de ganas, sino porque se me olvida. El Ochenta es un restaurante magnífico, estupendamente decorado, con vistas preciosas a un pinar, con una comida espectacular, y con un servicio inmejorable. Casi siempre me ha atendido Irene, que es tremendamente encantadora y absolutamente profesional. Tanto me gusta este restaurante que hoy he ido a celebrar mi cumpleaños con mi madre, mi hija y tres amigas. Hay platos a destacar porque no he probado calidad igual en otros restaurantes: la pluma ibérica (si lee esto Irene se reirá porque estoy “abonada”), las alcachofas (se derriten en la boca), y la tarta de queso. Un hurra para los cocineros. Hoy nos ha atendido también Isabel, creo que es más nueva, y quería comentar que ha sido encantadora también. Enhorabuena al Ochenta.

Es un sitio súper acogedor, con una terraza grande con vistas al monte del pilar. La comida está muy rica, en especial la ensaladilla rusa y las alcachofas confitadas las mejores que he probado! Y de postre la tarta de queso espectacular ! El personal es muy amable y atento. Para mi un 10 en todo, muy recomendable!

Cenamos el otro día y nos gustó mucho. Pedimos tartar de atún (de los más ricos que he comido), torreznos con patatas revolconaa y tempura de verduras. Estaba todo muy rico y eran buenas raciones. El servicio fue muy agradable, nos ofrecieron una botella de agua sin haberla pedido, lo cual es un detalle.

El sitio está muy bonito y tiene una terraza muy amplia y con unas vistas geniales al monte del Pilar.Buena comida,amplia selección de platos y buen servicio.El único pero es que la acústica de la terraza es mejorable,se nota mucho bullicio si hay gente y es un poco molesto y te hace sentir un poco a disgusto.