De Maria Majadahonda

Fue una experiencia absolutamente asombrosa de principio a fin. La atención que recibimos merece un sólido 10. Aunque no es precisamente económico, la inversión vale cada euro. Al llegar, nos recibieron con una copa de cava, acompañada de pan de queso y un refrescante gazpacho. Y para coronar la velada, nos obsequiaron con unas deliciosas tejas y un sorbete de limón. Quiero hacer una mención especial al chuletón fileteado, el cual figura en mi lista de los mejores que he tenido el placer de degustar. Sin duda, esta elección resultó ser un verdadero acierto. En resumen, no puedo sino elogiar esta experiencia culinaria en su totalidad. Desde el servicio excepcional hasta la oferta gastronómica, todo fue simplemente excepcional. Sin lugar a dudas, este lugar se encuentra entre mis recomendaciones más entusiastas.

La comida es exquisita, bien presentada y una excelente atención, eso sí, no es nada económico. Según el tiempo, deberían de ofrecer la oportunidad al cliente, de escoger en que zona desearía comer, porque a mí, cuando hice la reserva, me pusieron en terraza y en este tiempo (verano) pasé mucho calor, sudando todo el tiempo.

Una experiencia increíble. Atención de 10. No es barato, pero merece la pena. Te dan una copa de cava cuando llegas, pan de queso y gazpacho, y al finalizar la cena te traen tejas y un sorbete de limón. Destacar el chuletón fileteado, ya que es de los mejores que he probado. Desde luego que ha sido todo un acierto. También hemos pedido los huevos rotos, las patatas suflé y la provoleta de María. Todo muy recomendable.