Sencillamente, la taberna que más me ha gustado durante mi estancia en Mahón. Sólo he tenido oportunidad de visitarla una vez, ya que me dirigí de nuevo un jueves y un sábado por la tarde y me la encontré cerrada sin ningún tipo de explicación. El trato fue muy familiar y atento. La enorme variedad de raciones y opciones de la carta me resultó abrumadora, quizás excesiva, y se vería más ordenada si las cartas estuvieran archivadas. Esto no tiene importancia una vez que pruebas algo. Las patatas bravas son de las mejores que he comido nunca. El vermut es de excelente elección. En cuanto a la ubicación, muy céntrica.
Comida muy buena a una buena relación de precio, local pequeñito y sin terraza pero muy recomendable. Ir pronto ya que sino tendréis que esperar, sobre las 20.30-21.00 es buena hora. Rabo de toro muy bueno y el sorbete de pomada de postre exquisito!
Alejandro de la Iglesia
+5
Ambiente muy cercano y trato amable.
Precios asequibles y muy buena calidad.
No me gustó demasiado la tarta de queso pero los bocadillos (el mío en concreto el menorquín) y las patatas con alioli muy buenas.
La sangría TOP.
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