Muy buena relación calidad/precio. El menú del día largo trae tres platos, bebida y postre por 16.50€, la comida está bastante bien, una fusión interesante entre asiática-española. El sitio, aunque un poco escondido, está bien ubicado frente al Santiago Bernabéu… el ambiente es ejecutivo, semi formal.
Restaurante fusión espectacular ✨
Ya solo por ver el local merece la pena. La decoración es una auténtica pasada, todo muy cuidado y precioso. El ambiente es acogedor, te sientes realmente a gusto (hace calorcito) 🫶🏻🪞🎄
Eso sí… Es mejor reservar!⚠️
Al ser un sitio tan grande hay bastantes camareros, con lo cual la atención es buena. A su vez, el servicio de cocina es admirablemente rápido.
La carta es amplia, tiene tendencias de distintos tipos de cultura y gastronomía, lo que la hace muy variada.
Nosotros pedimos para 4:
⭐️ Nigiris de salmón flambeados (7.95€): suaves, llenos de sabor, riquísimos. 👌🏻
⭐️ Langostinos tigre (8.50€): crujientes y sabrosos, inmersos es una especie de ensaladita con lechuga.
⭐️ Tataki de atún marinado en soja (18.50€): ligera sensación picante, pero de calidad, muy muy bueno.
⭐️ Special roll box (29.50€: nos encantó. Vienen 4 tipos de rolls (16 unidades) y cada cual mejor. Lo recomiendo encarecidamente.
🍰 Tarta de queso cremosa (7.50€): buena, grandecita.
Es cierto que bebimos mucho y la cuenta nos ascendió a 122.95, unos 30€ por cabeza.
Tened claro que se trata de un sitio para comer bien pero no excesivamente, y por supuesto, el local se paga.
Al final de la noche cambian el estilo, bajan las luces y ponen música para animar la noche. 🤭
En definitiva, creo que de vez en cuando merece la pena. 😋💖 Yo salí encantadísima!!!!
El local estaba lleno y eso, quizás, lo haga un poco incómodo. Por lo demás fue una muy buena experiencia. Elegimos el menú mediano. Nos gastaron mucho las gyozas, los torreznos, el crudo de atún, los mejillones y los tacos. No tanto los langostinos tigre. Buen servicio. Elegante el sitio.
Servicio muy amable y atento. Nos recomendaron algunos platos y no defraudaron. A destacar los torreznos y la tarta de queso. Precio muy correcto.
Mi amiga me habló del tinto de verano con espuma de maracuyá de este lugar, así que fui a probarlo. La verdad es que no defraudó. Los platos están realmente buenos, por poner una pega, el bao de pollo frito estaba un poco seco y se queda corto de sabor en comparación con el resto de platos.
De precio no está mal y el local está muy bien decorado. El personal es muy agradable también.
Volveremos sin lugar a dudas.
Sitio ideal para cenar en pareja. Los platos tienen combinaciones súper interesantes, las cantidades son ideales para compartir. En mi caso, pedimos Gyozas de crema, Carrillera al curry thay, Arroz con pollo tikkamasala, Bahn bao de aguja, Brioche de pato marinado, Sushi tempura langistino y Siumai de secreto. Todo riquísimo, pero recomiendo la carrillera (pica un poco). Ambiente y servicio ideal, María nos atendió de 10. Parada obligatoria en Madrid.
Pedimos el menú degustación y fue todo un acierto!! La cheesecake normal y los tacos… aún sueño con ellos!!!
Lo único es que era el cumpleaños de unos amigos y fueron bastante sosos a la hora de hacer la gracia de las velas… porque las trajeron sin avisar, nos quedamos todos descolocados… no se, deprimente ese momento.
Todos los platillos que probé estaban deliciosos. El tinto de verano con espuma de maracuyá debería ser obligatorio de pedir. El servicio maravilloso. El menú ejecutivo largo es perfecto para comer y saborear varias cositas de la carta.
Es un lugar muy agradable a la vista.
La comida es de calidad aunque no son raciones de gran cantidad.
El cóctel Le Macao Berry es la joya de la corona.
Solo señalar que aunque es bueno el servicio no nos agradó mucho que el chico estuviera todo el tiempo pendiente de retirar los platos, como dándonos prisa para que termináramos o consumiéramos más.
Estábamos claros que teníamos un tiempo para consumir; pero sentir todo el rato esa presión es un poco incómodo.
Por lo demás todo bien.
Restaurante muy acogedor y moderno. Comida fusión a muy buen precio, el servicio fue muy bueno, pendientes en todo momento de que no nos faltara de nada. Nosotros fuimos un viernes a las 22:00 para tener música en directo (especificarlo en la reserva) y sin duda un acierto. Pedimos 8 platos, dos bebidas + una que nos invitó la casa al final de todo y una tarta de queso, en total 84€.
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