alberto galicia del visso
+5
Taberna perfecta para acudir con amigos o familia y pedir diferentes opciones de su carta para compartir.
Platos muy buenos y castizos. Destacar su ensaladilla rusa y torreznos.
Servicio muy amable y atento en todo momento.
Lugar acogedor para comer/cenar.
Tienen una carta pequeña con platos muy interesantes, y la verdad es que todo lo que probamos estaba muy bueno (tortilla, bravas, croquetas, carrilleras).
Los postres han sido nuestra parte favorita (tarta de chocolate y tarta de arroz con leche), estaban impresionantes.
Patsy Montiel - Madrid Seduce
+5
Esta pequeña taberna en la Calle Ruiz de Malasaña tiene salero y encanto. Además, todo lo que hacen está riquísimo, con una materia prima espectacular, bonita presentación de los platos y sabores increíbles. Me enamoraron las patatas bravas, el pulpo a la brasa y de postre una tarta de arroz con leche excelsa.
Atendida por su propia dueña, Patri, una malasañera de casta que le pone amor y pasión a su entrañable cantina. Ideal para ir en pareja, con amigos, a la salida del teatro o para huir de restaurantes ruidosos e impersonales. Te sentirás como en casa y comerás de lujo. Recomiendo y volveré.
Bar como los de toda la vida pero actualizado y con su propio encanto
El local no es muy grande. De hecho, solo tiene un par de mesas bajas para comer y algunas mesas altas y la barra para tomar unas raciones más informales.
La propuesta gastronómica es sencilla. Platos tradicionales con algunos giros y actualizaciones.
Te recomiendo probar los platos más clásicos como la ensaladilla, los torreznos de Soria, las patatas bravas o la tortilla de patata hecha al momento.
Cabe destacar la materia prima, ya hacen compra por el barrio y apuestan por el comercio local.
Respecto a la experiencia hay que señalar el cariño y el mimo con el cliente. La atención es muy cercana.
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Muy buena experiencia en general. Lo que más nos ha gustado han sido los torreznos y la tarta de chocolate. El brioche también estaba muy bueno. Los calamares también tenían un sabor especial con el alioli y la cama de cebolla caramelizada. Lo único que pondríamos de peha ha sido el pepito, que fallaba que la carne porque era puro nervio y apenas hemos podido comerlo. La atención por parte de la camarera también buenísima, ha sido un amor con nosotros! Nos ha salido a 25€ por cabeza
Nos encantó este pequeño restaurante donde hicimos reserva basándonos solo en las reseñas.
Totalmente recomendable.
Destacar la eficiencia de la persona al cargo, así como los detalles y calidad de la comida
Siempre es una experiencia maravillosa volver a la Cantina Singular. Patricia te hace sentir tan en casa que es inevitable pensar en volver nada más salir de allí.
Estoy deseando probar los platos que depara la nueva temporada. Los ingredientes que seguro no cambiarán serán la calidad, el buen gusto y el cariño.
![5]( "Recensione")
¡Qué grata sorpresa ha sido descubrir este lugar! Lo mire por donde lo mire, la visita ha sido realmente buena: un ambiente agradable y acogedor; un servicio esmerado y amable; y una propuesta gastronómica más que interesante.
Hemos pedido una variedad de platos para compartir al centro de la mesa, y, salvo un pequeño detalle, la experiencia fue de sobresaliente. Comenzamos con unos torreznos de Soria que estaban perfectos de textura y sabor, y acompañados por una crema de revolconas muy buena. Seguimos con una ración de croquetas variadas, una mejor que la otra; mi favorita, la de jamón con un sabor intenso que es de agradecer; pero la que más me sorprendió fue la de puerro, pues resulta más difícil sacarle sabor a este ingrediente y en este sitio lo han conseguido. Otro gran plato, sus calamarcitos fritos sobre una cama de cebollas caramelizadas, un toque distinto y agradable al plato, y acompañados de un alioli de ajo negro bastante bueno. El plato menos destacable fue la entraña con chimichurri que, a pesar de tener buen sabor, estaba muy pasada de cocción; aún así, mantengo mi valoración positiva del lugar. Cerramos la cena con su tarta de chocolate y avellanas excelente, uno de esos postres que uno espera que no se acabe nunca.
Dicho lo anterior, Cantina Singular es de esos sitios que recomendaría con los ojos cerrados.
Todo excelente, comida muy rica (recomiendo los brioche, los torreznos y las croquetas variadas), muy buena atención por parte de la camarera, muy agradable y buenas recomendaciones, servicio rápido y ambiente agradable. Repetiremos.
No se por donde empezar: primero la amabilidad de la chica!!!! Muchas gracias por hacernos un momento tan agradable!!! Del local súper tranquilo, fresquito y muy tranquilo!!! Y lo más importante: la comida no dejéis de por probar las croquetas… TODAS! El torrezno muy rico sobre todo la crema de revolcona y en el plato del día muy rico!!!! Merece la pena la verdad!!! Volveré!!!
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