Restaurante en pleno monte del pardo con mesaa fuera y dentro, parking exterior y en una zona semi aislada. El establecimiento está bastante bien, dentro cuentan con una chimenea central muy acogedora en invierno. El servicio es amable aunque algo descuidado. La comida está rica, pero sin alardes, en cantidades abundantes, con precios razonables. En diciembre de 2022 el menú entre semana son 18€ con bebida y postre. En general un buen sitio que recomiendo visitar.
Ambiente agradable, en medio a la naturaleza. Ideal para familias y reunión de amigos. Platos típicos.
No es la primera vez que vamos, solemos pedir el conejo que siempre nos ha gustado, pero esta vez estuvo un poco seco y vino con muy poquitas patatas, anteriormente venian más 😔 el camarero corría por todos lados pobre, había mucha gente y deberían poner más personal los fines de semana, al final no pudimos pedir postre porque llamábamos y pasaba corriendo PERO como disculpa nos trajo helados 😁
Lo primero que quiero destacar es el servicio tan bueno que tienen, la comida estaba muy rica, sobre todo el gamo y en la terraza se estaba muy bien.
Este restaurante, que lleva muchos años en servicio, destaca por su localización al final de una carretera en el monte de El Pardo. Los días soleados son una delicia. Muy recomendable entre semana, porque suele estar poco concurrido.
Conozco la Quinta desde que era una niña, y aunque hoy el tiempo no acompañaba, hemos comido en el salón, la carta es amplia y con unos precios justos, menú especial que he decir, bien acertado, servicio rápido, calidad, precio digno de mencionar, sin duda volveremos, el conejo con caracoles espectacular
Un lugar en medio del Monte del Pardo, tranquilo, buena comida casera, agradables ,una terraza grande y con un solecito de lujo.
El conejo al ajillo está espectacular y se puede mezclar con pollo. Un acierto.
Un lugar súper agradable y que desconocía. La comida estaba exquisita.
Mis padres fueron quienes me descubrieron el restaurante. Y menudo buen descubrimiento. Está un poco en medio de la nada, pero precisamente eso hace que sea un lugar tranquilo para tomarse algo o comer.
Nosotros pedimos unas croquetas y unos calamares 🦑 y todo exquisito. La verdad que hacia mucho que no probaba una croqueta que supieran a casero.
De postre pedí una tarta De Santiago que estaba dulce y deliciosa.
Los precios de las raciones eran adecuados, los de la bebidas quizá un poco subidos, pero teniendo en cuenta en paraje en el que estábamos, merece la pena ese pequeño plus.
Recomiendo ir a conocerlo sin lugar a dudas.
Un sitio acogedor, con terraza para los dias soleados. Muy buena comida tradicional. Siempre volvemos cada año.
Buena ubicación y buena comida aunque la atención deja un poco que desear
Reserva una mesa
Realiza pedido en línea
Busca el mejor restaurante en Madrid
An error has occurred! Please try again in a few minutes