Esta es mi segunda visita a este restaurante, al llegar de Venezuela solo pienso en ir a comer carne de vaca en cruz blanca, sus cortes de carne son las mejores, lo recomiendo con los ojos cerrados son mis favoritos de Madrid. ❤️
Es un típico bar de toda la vida. La atención es muy buena y la comida rica. Compartimos las patatas revolconas con torreznos que están muy buenas y la hamburguesa.
Las raciones son amplias, se puede compartir entre dos personas fácilmente.
Fui a desayunar y me sentí como en un bar de los tradicionales de Madrid, muy lejos de parecer una franquicia. Los churros los hacen en el momento, la tostada con tomate, que es como la pedí, con el pan crujiente y el aceite y el tomate de primera calidad. No hay que dejar atrás el buen tratado del personal, rápido y eficaz sin dejar aparte la amabilidad.
Muy profesionales los camareros y la comida excelente, ya he pedido otras veces con la app de Glovo y la verdad es que es inmejorable el servicio pero en persona mejora mucho más.
Estoy deseando volver.
Fuimos un grupo y nos atendieron muy bien, nos puseieron abajo en la sala muy tranquilos y espacioso.
Comimos genial y a precio correcto por la calidad/cantidad. El jamón era buen ibérico y las tapas eran de calidad. Tomamos vino, cervezas y copas al final, muy completo el servicio.
Si ocurriese algún incendió en el sótano del restaurante, sería muy difícil de controlar por la pésima situación de las BIEs y los extintores. ¿Han inspeccionado los técnicos del Ayuntamiento pepero ese lugar alguna vez, o tiene que ocurrir alguna desgracia para que cumplan sus deberes?
Cuando se regresa a lugares de los que guardas buenos recuerdos, existe el riesgo de la decepción. Este no es el caso.
La lubina al horno, excelente; la atención, muy cariñosa. He regresado después de muchos años y he salido contentísimo.
Saber que la calidad y la atención son las mismas que conocí; y que la casa continúa con la tradición familiar me ha hecho feliz.
Gracias.
Antes de un paseo por el Retiro tomé un desayuno en esta agradable terraza cercana a la calle Ibiza. Tienen muchas opciones de desayuno y la atención fue correcta y amable. Elegí un café con leche y pincho de tortilla ( buenisima, en su punto justo y sin estar excesivamente hecha). Sin duda encontrar sitio fuera en la terraza a veces es complicado pero sino la opción de dentro del local. Volveré en cualquier otra ocasión.
Fuimos un domingo a la hora del vermout a comer dos adultos y una niña y nos atendieron fenomenal, el trato por parte de la camarera genial, los platos muy buenos y cantidad abundante.
Las gambas al ajillo muy buenas y la milhoja espectacular.
Muy buen servicio y agradable terraza: se agradece que no junten las mesas a presión y dejen espacio, algo poco habitual.
Buena ensaladilla rusa (tal vez faltaría un poco más de bonito) y rico arroz con mero y sepia
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