Típico bar madrileño, en plena Plaza Mayor, perfecto para tomar bocata de calamares, bravas y demás raciones típicas de Madrid.
Como todos los bares de la zona, un poco elevado el precio de las raciones (como ocurre en todas las zonas turísticas de cualquier ciudad).
Nos atendieron rápido y con amabilidad.
Lo que pedimos estaba rico.
Mariano González Cayuela
+5
Ayer comimos unos ESTUPENDOS bocatas de calamares allí
La tostá de bacalao muy rica y el bacalao rebozado no tiene nada que envidiar al de Labra
Los camareros encantadores y muy atentos
Muy recomendable
En plena Plaza Mayor de Madrid en una de las esquinas encontramos esta cafetería que sirve unos bocadillos de calamares exquisitos, vinimos por recomendación, pero nos encantó. El precio es algo elevado, pero bueno, al fin y al cabo las vistas y el lugar se pagan. La atención muy buena, los camareros muy atentos.
Recomendación: ir antes de las 13, que encuentras sitio, más tarde debes de hacer cola.
No está mal. Algo caro pero imagino que será lo normal de la zona. Atendimiento rapido
Milagrosa García Soler
+5
Maravilloso lugar ubicado en la plaza mayor de Madrid. Un servicio de camareros muy amable, en especial imran, atento, simpático, agradable y muy profesional. Me preparó unas tortitas con nata y chocolate exquisitas. Muchas gracias por tu amabilidad imran. El ambiente muy agradable y la comida muy buena, N típico bocadillo de calamares delicioso. Os recomiendo el lugar. Volveré, y espero la próxima vez, volver acompañada. Gracias 😊🫂
La cerveza buenísima. Hacía mucho tiempo que no me tomaba una tan rica y tan bien tirada.
Los bocadillos de calamares muy ricos también y un clásico de la zona.
Dolo Rodriguez Martin-Rubio
+5
Súper rápida la atención. Un servicio genial
La comida bastante buena, y genial de precio. Me ha sorprendido al estar en la plaza mayor el buen precio
Muy bueno el bocadillo de calamares, así como las raciones. No tienen precios económicos, como casi todos los bares del centro. Se pide en la barra y te avisan por megafonia, es cómodo.Tiene un salón interior con decoración del Madrid antiguo. Buena atención de los camareros, suelen ser agradables.
Las croquetas bastante dignas. Los bocadillos de calamares dentro de la media del entorno de la plaza Mayor, con el pan un poco gomoso. Las bravas con un punto de picante por encima de las corrientes, pero aceptables. El local muy ruidoso, pero imagino que por la inminencia de las fiestas.
Estuvimos mis padres y yo cenando aquí en este bar centenario de la plaza mayor y mi experiencia ha sido completamente satisfactoria. nos pedimos dos tapas (Bravas/Alioli y Oreja a la Plancha) y muy bien. La atención de los camareros fue excelente, volveremos.
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