Otro de los BUENOS restaurantes de barrio, de Madrid. Un lugar limpio y en el que se aprecia que compran productos de CALIDAD y los elaboran con esmero. Platos variados, muy bien preparados y servidos. Con precios muy razonables, nada caro: se puede ir en familia. La cocina tiende a orientarse con aires gallegos, pero sin caer en la obstinacion: la carta es variada, las raciones muy abundantes. El pulpo a la brasa, extraordinario, como la carne filtrada y servida en plato refractario, caliente. Muy buenas croquetas, lacón casero, etc... El servicio, bueno y grato. Un acierto a repetir.
Cumple todos los requisitos para considerarlo un buen restaurante. El primero y más importante es es la comida. Todos los productos hechos en su punto, con mucho sabor y poca grasa. El trato del personal es sublime; atento a las necesidades del comensal. Los tiempos de espera lo normal en un restaurante. Y el precio, asequible. Lo que se conoce como buena relación entre calidad y precio. La decoración y el local muy agradable. Todo ello hace que te traslades a Galicia estando en una de las principales arterias de la capital.
Excelente ubicación, con vistas al campo de fútbol del Madrid. Tiene menús con tapas urbanas y creativas a muy buen precio 19.90 € que ningún mortal se puede resistir. Platos como el tomate caramelizado, el gazpacho con espuma de sobete
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