Ideal porque comes con los aperitivos que te comen con la consumision!!!!
Bar clásico reformado hace unos años. ¡Es un templo para ir a la hora del aperitivo!
El servicio es rápido y los camareros amables (en general).
Te ponen una tapa pequeña con la bebida. En concreto la bebida me pareció un cara respecto a otros bares similares de la zona.
Fuimos a tomar un tinto de verano y un vermut. Mi chico pidió un bocadillo de calamares que dijo que estaba muy bueno. Los chicos que atienden son muy majos, el ambiente es genial. Un clásico de Madrid!
Pues eso, un mítico bar de tapas en pleno corazón de Malasaña. Decoración castiza tipo La Ardosa, cosa que cada vez agradezco más. Es un sitio para estar de pie, en barra o mesa alta y en la que los camareros te atienden de forma profesional detrás de la barra. Suele estar muy concurrido, sobre todo los findes así que no siempre encontrarás sitio. Lo mejor los callos, los torreznos, el minicachopín de chorizo y las alcachofas. Precio normal, ni caro ni barato, pero las raciones son abundantes.
Muy buen servicio como casi todos los bares en Madrid tapa con la bebida,ensaladilla de tomate muy rico.
Recomiendo su bocadillo de calamares ,pedimos si podía ser un bocadillo de queso y aunque no estaba en la carta nos lo hicieron muy bueno , pasar .
La bebida cara como casi todos los bares de Madrid.
Buen bar de tapa en el centro de Madrid, buen servicio y todos los platos de calidad.
Es la primera vez que vengo y no será la última. Cris su fantástica camarera, nos atendió de maravilla, siempre con una sonrisa en la boca. Todo riquisimo y muy bien de precio.!!!
Alfonso Berrón Escudero
+5
Era el último bar que me quedaba por visitar del grupo Ardosa y la espera ha merecido la pena.
Las tapas además de abundantes y generosa, están bien cocinadas.
La tajada de bacalao, es con bacalao fresco en vez de desalado. Las patatas con alioli como las que comíamos en todos los bares de Madrid en los 70s y 80s. Por último en lo referente a la comida son los tórrecnos, de los mejorcitos de Madrid. Si le tengo que ponerles una pega, es que eché de menos un poco de pan.
El servicio además de amable, te indican si estás pidiendo de más para los que vas.
La gran pega, es muy ruidoso y esa fea costumbre de los madrileños es difícil de erradicar
La comida está riquísima, es lugar muy recomendable. Lo único que eché en falta fue un poco de amabilidad y simpatía
Sitio. De ambiente agradable en el barrio de malasaña. Muchos turistas. Recomendable visitar
Lugar muy recomendable para venir de tapas a esta zona.
Atención agradable, mucha variedad de cervezas de cañero y variada carta de pintxos.
Como local: amplio y muy luminoso.
Bocata de calamares extraordinario y bravas muy ricas.
Par volver seguro.
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