Maravilloso lugar, los dueños son súper amables y atentos.
La comida es espectacular, las pizzas te transportan a Italia, ingredientes caseros, hecho al momento y de mejor calidad imposible. No hay mejor sitio al que ir si quereis comer rico de verdad.
En resumen una maravilla.
En un callejón, con buen acceso y aparcamiento, encontramos está pizzería, que,a día de hoy, sólo atiende en terraza y para llevar. Pizzas originales y pasta del día.
Probamos un par de pizzas de trufa, y muy buenas. Sitio familiar. Sólo había sido para 20 personas o así. Ahora y cerveza italiana muy buena. Alguna pizza pizza a nivel de precio(aunque se comprende por los ingredientes... La mía 15€!) Trato amable de la camarera
Las pizzas están riquisisisisisiiiisimas, el sitio me encanta porque es una tranquila calle peatonal, tardan bastante en servir, pero vale la pena ❤
Una pizzería de barrio con una calidad excelente, pizzas muy muy buenas. Pedimos una pizza y una bebida por persona y salió a 19€ por cabeza. Probamos las Da Vinci, Valentino Rossi, Corleone y Lucky Luccini (o similar) y todas muy recomendables. La terraza es agradable, está en una zona peatonal alejada un poco del ruido de los coches.
Buena pizzería italiana de verdad escondida en el barrio. He oído muchas quejas porque son irregulares en los horarios y a veces no dan abasto, a los que les digo: el sitio lo lleva el dueño con ayuda de otra persona, si lo que te preocupa es que los horarios se cumplan y siempre haya sitio vete al Telepizza 😘
Las pizzas muy muy ricas, la terraza es agradable. Eso si, tienen la carta bastante cerrada, solo tenían un postre de todos los que aparecían en la carta.
Llegamos por recomendación de google maps por ser las 23h, pero fue una suerte conocer este restaurante. Es pequeño y está un poco escondido. Seguramente ambas cosas son parte de su encanto.
Tienen buena variedad de pizza y cervezas. De las 3 que pedimos (para 5 y sobró un poco) nos gustó más la de rúcula y huevo de codorniz. Pero la de quesos y carnívora también estaban muy ricas.
La atención fue formidable, muy familiar. Nos sentimos muy agusto y aunque estuvimos hasta casi la hora del cierre en ningún momento nos apresuraron.
Totalmente recomendable.
El limoncello de la casa está de 10 ;D
Las pizzas están riquísimas. Pedimos una genovesa (solo para amantes del pesto) y otra con trufa recomendada por el camarero. Ambas estaban buenísimas pero nos gustó más la de trufa. Tienen varias cervezas italianas buenísimas.
El local por dentro no es muy grande pero las mesas estaban bien separadas. El camarero muy atento. Lo único malo es que se concentró mucho humo del horno y nos empezaron a picar los ojos, pero supongo que será un hecho puntual.
Llevaba demasiado tiempo en mi lista de "Quiero ir", y solo puedo decir que me arrepiento de no haber venido antes: muy buenas pizzas (al menos la Genovese), terraza en una plaza peatonal muy tranquila, buena cerveza, y personal muy atento y simpático. Muy recomendable.
Una de las pizzería con los ingredientes más caseros que he probado nunca. El local está muy escondido en una calle cercana al Madrid Río, por la zona del paseo de santa María de la cabeza. El único "pero" es que es un restaurante muy pequeño, y una persona es la encargada de preparar la mesa, tomar nota, preparar los platos y servirlos. A veces hay que esperar mucho tiempo para cenar, pero merece la pena.
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