Ambiente bueno, decoración mesa agradable con materiales nobles.
Comida con productos de temporada, bien tratados. Entrantes selectos.
Destacar el laminado de rabo de toro
Vinos bien elegidos en el menú.
Lo único que al ser un grupo, parecía faltar algún camarero.
Recomendable.
Diego Fresnillo Alonso
+4
Es un restaurante con encanto. Era una antigua vaquería y todavía se nota en la estructura de la sala. Es amplio y con acceso para minusválidos. El servicio fue atento y la comida muy buena. No es barato pero como digo todo fue bien. Amplia carta de vinos y buenas recomendaciones del maitre.
Comida tradicional de muy buena calidad y con un toque moderno en su presentación. Ya habíamos probado las tapas en barra (espectaculares las croquetas) y en mesa no se queda atrás. Los segundos exquisitos y de entrantes no podéis perferos los puerros y los chipirones rellenos de verduras.
Fuimos un miércoles, tranquilo, buen trato y comida muy bien hecha
Muy buen restaurante.
La comida de calidad, elaboraciones con un toque de innovación, pero se reconoce el producto y los conceptos tradicionales. La carta tiene variedad, sin ser excesiva. La comida muy buena.
El local, amplio, con techos altos, con luces tenues y muy bien decorado. Era un antiguo aserradero, lo que lo convierte en un comedor muy curioso.
Se trata de un restaurante con platos originales y de calidad pero con precios altos.
Los entrantes son sabrosos pero la cantidad es poca.
El local es amplio e ideal para reuniones de trabajo, familiares o una comida tranquila.
Los precios son un poco excesivos pero la comida es de calidad.
Muy recomendables los chipirones, el bonito con pimientos y el tomate rosa con bonito.
Es un restaurante muy amplio y acogedor. Pese a estar cerca de la plaza de Olavide no está abarrotado de gente. La comida está muy rica pero ojo, el menú degustación tiene las raciones algo escasas y no son muchos platos. A pesar de haber poco personal atendiendo las meses no se demoraron mucho y el servicio fue correcto.
Calidad-precio excepcional. El solomillo de buey de verdad de buey, carne tierna y al punto. Alcachofas de tudela con pulpo muy bien combinado y con un regusto navarro de pro. El foie con cebolla confitada de una calidad inmejorable. Buena materia prima y postres caseros inigualables (especialmente la tarta de queso). El lugar muy bonito. Falta algún detalle como aperitivo con el vino.
Eduardo Gonzalez Calvo
+4
El local era una antigua vaquería y la reforma ha dejado un gran salón comedor que da mucha amplitud a la sala con vigas de madera, lo que le da un punto acogedor sin ser agobiante, me encanta su bodega acristalada.
La comida es muy buena, tiene una carta muy variada que permite muchas combinaciones, Yo me quedo con el Tournedó de Atún Rojo, pero con lo que mas disfruto de este restaurante es su carta de vinos, muy amplía y con precios muy sorprendentes.
La zona de barra esta aparte y se puede degustar un buen vino con pequeños pinchos, estos son un poco pequeños para el precio que se paga, pero son ricos y acompañan bien el vino
Javier Perez de la Paz
+4
Muy bueno, si eliges bien tus platos. Los entrantes notables, Cochinillo excelente, el cordero regular. El local y el ambiente es sobresaliente.35€ por persona con vino
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