Restaurante y pizzería, con una carta sugerente, que destaca por la calidad de la materia prima y una factura de calidad. En particular, la masa de la pizza me pareció más resuelta que en otros locales equiparables.
El local es pequeño, por lo que conviene reservar; e, incluso algo incómodo y poco original. Aunque no hay cocina a la vista, se puede observar la preparación a traves de una ventana. Horno de leña tradicional.
Tomamos la ensalada Luna Rossa, vistosa y sabrosa , que llevaba bacalao, aceitunas y mezclum de lechugas y dos pizzas para compartir -la Calabrese y la Graciosa- que se salen ambas de lo tradicional, la primera con una especie de sobrasada y, la segunda con jamón de parma, burrata y scamorza ahumada entre otros ingredientes. Genial
El postre no estuvo al nivel: un café normal y Cannoli siciliani con requesón "reforzado con un queso más curado" pero sin fruta escarchada, según los cánones.
Servicio atento y ágil.
Con todo, muy recomendable.
Muy buen sitio para comer comida italiana. Nosotros nos pedimos un plato de pasta que estaba bueno pero lo que nos encantó fue la pizza que nos pedimos. El conjunto de los ingredientes, que se notaba que eran de calidad, y la masa, que era muy tierna y nada pesada, han hecho que queramos repetir en este sitio. Además el personal muy agradable y con un servicio bastante rápido.
Mi restaurante napolitano favorito a partir de hoy. No tiene nada que envidiar a grandes restaurantes de Italia. La pizza es de altísimo nivel y el servicio es muy bueno, te ayudarán en todo lo posible. Además es un sitio con un precio muy ajustado. Lo único es que te costará reservar. Muy top! 🔝
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