Excelente todo lo que tomamos desde sus clásicos torreznos, el tomate con aguacate y sardina ahumada y especialmente me pareció riquísima su musaka.
No podemos olvidar el postre de torrija de sobao. Riquísimo.
Precio no es barato pero la calidad lo merece, unos 30 eur persona.
La Raquetista es un verdadero paraíso culinario. Desde el primer bocado, quedé cautivado por la deliciosa fusión de sabores y la presentación impecable de los platos. Especialmente destacar el rabo de vaca al curry (nos pareció increíble).
El personal es muy atento y agradable. No se le puede poner
Un sitio pequeñito pero con una cocina TOP y muy buen servicio para disfrutar unas raciones o aperitivos en barra o sentarte a comer en sala. Os recomiendo el postre de coco, aunque todo estaba espectacular. Nos quedamos con ganas de probar los famosos torreznos así que habrá que volver!
Pequeño local con un gran disfrute. "Hermano" de Cachivache y Salino, un seguro de disfrute con una muy buena relación calidad precio.
Carta variada y servicio atento y eficaz.
Moderno restaurante con carta lograda. Sin duda platos que repetiremos son el canelón y el rabo de vaca al curry! De entre los entrantes probamos los buñuelos que no nos parecieron espectaculares. De postre probamos la torrija, no es la mejor que he probado pero estaba rica
Sin duda volveremos!
Estaba todo espectacular, el personal de sala encantador. Los vinos que tienen muy buenos (pedimos varios por copa). Volveremos pronto a probar el resto de la carta!
Local acogedor e íntimo para una experiencia gastronómica exquisita. Ya sea para picar algo en la barra como para algo más formal. El personal muy amable y servicial. Un imprescindible en Madrid.
Un pequeño local cerca del Parque del Retiro. Tiene una zona de barra donde tomar el aperitvo o unas raciones ( son famosos sus torreznos, sus bravas y los buñuelos de bacalao) y un pequeño restaurante donde probar platos como los dimsum de txangurro, el canelón de pularda o el ceviche thai.
Servici
Todo, absolutamente todo estuvo excelente. La comida, la atención y el ambiente 100/100. No teníamos reservación pues estábamos de paso y un joven, al parecer encargado, que estaba en la barra fue lo máximo de AMABLE y nos ubicó de inmediato en una excelente mesa que había sido cancelada. Estábamos
Seis mesas y una barra de esas que te sacan de contexto, conforman esta joya, un auténtico clásico en uno de los barrios más gastronómicos de Madrid.
Los torreznos son emblemáticos, al punto de estar en mi lista de los mejores de Madrid.
La carta ofrece platos clásicos y selecciones bien creativas c
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