Fantástica cena en un entorno muy acogedor
Increíble experiencia!! Ha sido todo un descubrimiento, lleva solo dos meses abierto, es una antigua carbonera del 1900, la entrada es a través de una preciosa bodega en la que puedes tomar una copa con una gran selección de vinos de madrid, Dario el sommelier nos ha tratado fenomenal, nos recomendó un champán espectacular a muy buen precio, desde la bodega se accede a una planta más abajo llena de encanto en forma de bóveda forradas con ladrillo, la decoración estaba cuidada hasta el último detalle, el servicio fue perfecto, tanto en los tiempos como en el trato, Lourdes la chef salió a tomarnos nota, cosa que es de agradecer, es encantadora y su cocina nos ha encantado, se nota su gran formacion, recomiendo las trilogías de sardinas, la flor de calabacín y sobre todo la costilla de vaca hecha a baja temperatura, la patata que le acompaña es de llorar, nunca había probado nada igual, en resumen se ha convertido para mi en una referencia en la alta gastronomía de Madrid, repetiré seguro y espero que muy pronto
Un lugar curioso. Una muy buena bodega y tienda de vinos, un garito en unas antiguas carboneras que merece la pena conocer, muy bien montado, una comida buena, un servicio excelente y una gran bodega. Un poquito caro, pero se equivocaron en la cuenta y tuvieron el detalle de invitarnos a la última copa. Lo gestionan con cabeza.
Maravillosa cena en este nuevo restaurante ubicado en el local que antes ocupaba Darío Barrio. Platos de mucho nivel junto a un servicio muy profesional. Sorprende la bonita remodelación del local (unas antiguas carboneras) con una preciosa iluminación y buena acústica. Muy buena materia prima. Excelentes las flores de calabacín en tempura rellenas de brandada, la lubina salvaje con piel crujiente sobre bisqué y la tarta de queso que pasa directa a mi top capitalino. Emplatan para compartir, algo que siempre se agradece ya que así no hay que andar pasándose los platos
Grande, muy bien. Cocina contundente pero deliciosa. Recomiendo ir varias veces para probar todos los postres. La tarta de queso es como lo obvio, pero hay que insistir. Y tienen una cosa de limón que es una delicia.
Gran restaurante con platos elaborados pero nada pesados.
Aunque es un restaurante que está en la planta baja la aireación y la luz resuelve muy bien y no agobia.
Y los postres son de lo mejor.
Muy bien servicio y la decoración muy agradable.
Un sitio maravilloso. Comenzamos con una gran cata de vinos de la mano del somelier, que conocía con detalle las características del vino. Después la comida espectacular, en unas antigua carboneras de principio de siglo XX.
Las carboneras es un bellísimo espacio gastronómico junto a la Puerta de Alcalá que combina a la perfección una vinoteca (con excelentes caldos de Madrid) y un restaurante. El restaurante ocupa el espacio de unas antiguas carboneras en un edifico señorial del centro de Madrid (de ahí el nombre) y ha sido magistralmente remodelado respetando la idiosincrasia del espacio generando un entorno muy acogedor.
En el restaurante cada detalle ha sido cuidado con todo el cariño que desbordan los proyectos personales. La atención en sala es excelente y la cocina está basada en un producto de primerísima calidad y en una técnica perfectamente ejecutada. Se trata de una carta llena de honestidad, que huye del esperpento modernista de otras propuestas para centrarse en lo que importa: el sabor, el punto de cocción, la autenticidad en las preparaciones. No puedes perderte los langostinos tigre con curry y tres arroces, el rabo de toro a baja temperatura con quinoa o las torrijas con sopa de chocolate blanco y mandarina.
Enhorabuena a Lu y a su equipo por un trabajo excelente. Este sitio es ya uno de mis favoritos de Madrid.
Restaurante vinoteca espectacular como sitio. Muy cuidado el diseño y la atención. Personal muy profesional y atento. Bajo mi punto de vista es algo caro en relación a la comida que preparan, no por la calidad sino por la cantidad mínima que se sirve (eso si...si es para compartir lo emplatan por separado a cada comensal). 4 personas 2 platos para compartir de primero y 3 segundos sin postre con 1 botella de vino tmsalimos a casi 50€/persona. Aún así es recomendable para ocasiones especiales y para sorprender por el entorno
La pasion hecha comida! Gran chef y comida! Excelente selección de vinos y un ambiente mágico y acogedor. Servicio inigualable. Altamente recomendado!!!
Un privilegio poder disfrutar de una cena tan deliciosa en unas carboneras con tanta historia. Al llegar, un trato exquisito y la vinoteca, un paraíso para los amantes del vino.
Un lugar especial en un espacio mágico. La iluminación, perfecta. Disfruté como un niño la costilla de vaca marinada durante 40 horas cocinada a 75ºC, muy jugosa. Las colmenillas con salsa de boletus, foie y trufa rallada, exquisitas. Recomiendo muy muy mucho estos dos platos. (fotos) La flor de calabacín me gustó tanto que se me olvidó echarle foto, también muy recomendada.
Las personas que nos atendieron muy amables y cuidando cada detalle. Me gustó mucho la claridad con la que nos transmitieron la historia de cada plato.
Yo no suelo ser de postre y por recomendación pedí su torrija, que acierto! Riquísima!!
Gracias Lourdes, gracias Carlos por revivir Las Carboneras.
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