Shino Restaurante

Un restaurante japonés del tipo buffet a la carta con precio cerrado (bebidas y postres a parte). Apuntas en un papel los platos que quieres y te los van sirviendo. La comida está muy buena y tienen mucha variedad. El sitio está muy limpio y cuidado y la atención del personal es muy amable. Recomiendo 100%.

Visitamos el restaurante y quedamos absolutamente encantados. La variedad y calidad de los platos es excepcional, y cada bocado es un deleite para el paladar. Las porciones son pequeñas y adecuadas, lo que es ideal en un buffet ya que te permite probar una mayor variedad de platos y, si algo te gusta especialmente, puedes pedirlo nuevamente. En el restaurante, no puedes dejar de probar el uramaki Salmon Plus, gunkan de salmón y los nigiris de pez mantequilla; son una delicia que, aunque también están disponibles para domicilio, recomendaría disfrutar en el local para poder degustar más de ellos. Después de nuestra visita, descubrimos que ofrecen servicio a domicilio. Al principio, sentí cierto temor al pedir, pensando que las raciones serían del mismo tamaño que en el restaurante. Sin embargo, al recibir el pedido, me llevé una grata sorpresa al ver que las raciones eran muy generosas. Para pedir a casa, recomiendo especialmente la ternera con bambú y setas chinas, el pollo con almendras y el arroz con gambas. Desde entonces, he estado utilizando su servicio a domicilio con frecuencia y lo recomiendo ampliamente. Sin duda, es un lugar que recomendaría al 100%.

Edito el comentario. La primera vez cuando abrió nos gustó pero nos animamos a probar otros restaurantes con este formado de buffet libre a la carta. Hemos ido después más veces y han mejorado muchísimo la calidad y la elaboración. Y sirven super rápido los platos. El mejor de todos los buffet que he probado hasta ahora. Puedes pedir menú buffet (20€ pides de la carta todo lo que quieras y las veces que quieras, no incluye bebida ni postre) o comer a la carta. Super recomendable ir

Local nuevo en el barrio. Antes era un chino de toda la vida reconvertido en buffet libre a la carta. El local lo han pegado un lavado de cara importante, lo único que han conservado es el mítico árbol del mitad del local. El servicio es correcto y pides los platos apuntando el número de platos y el número de platos en una comanda. Algunos platos necesitan mejorar, como la ensalada de WAKAME( tenia un regustillo raro al final) , los gambones (estaban carbonizados y secos), el niguiri de aguacate (el aguacate estaba duro), algunos maki y urimaki (exceso de queso Filadelfia que les mataba todo el sabor) A destacar el los niguiri de pez mantequilla y el pato.

Un gran descubrimiento. Buffet a la carta de rondas ilimitadas. Pagas si te dejas algún plato, como en otros de este estilo, cosa que me parece bien. Pedimos un poco de todo y nos sorprendió para bien. Platos elaborados y con muy buena pinta. Por poner un pero, el pato a la naranja era pato con salsa agridulce y los gyozas a la plancha al hacerlo por los 2 lados estaban un poco duros. Lo demás nos encantó

La variedad de platos y calidad es muy buena. Las porciones son las adecuadas. El trato de los camareros inmejorable. No tardan en servir la comida. La forma de pedir es muy cómoda y fácil (te dan una hoja y apuntas el número del plato y la cantidad que quieres, mientras lo ves en una página web en la que vienen los ingredientes, imágenes y puedes filtrar por si tienes alergias) El ambiente es muy acogedor y la música a un volumen adecuado. 10/10