Lazzarella

Lugar tranquilo y muy acogedor. Pedimos la Melanzana alla Parmigiana (riquísima), pasta rellena de Calabaza y Pizza de boletus y salsa de trufa. La verdad es que todo muy rico. Nos sacaron aperitivo y pan que después nos cobraron (1,50€/persona) 32€ por persona (con dos copas de vino blanco cada uno) No nos preguntaron qué tipo de vino queríamos.

Reservamos para cenar. La zona tiene muchos sitios para poder aparcar y cerca del local. El servicio muy rápido y de calidad acorde con el precio. La pizza estaba buena, aunque tenía el condimento poco repartido. Esta vez nos animamos con la tarta de queso, aunque recomiendo, si todavía tienes hueco, la pizzeta di Nutella (10€)

Restaurante italiano donde el servicio y la comida están realmente bien. Pedimos una burrata y provolone junto con una pizza lazzarella de entrante y todo estaba bastante bueno. De principales una pizza carbonara y dos pasta carbonara. Tengo que resaltar que la cantidad de la pasta es generosa y el sabor muy bueno. El punto de la pasta casi consigue estar al dente pero al menos no estaba pasada. De postre un tiramisu bastante correcto.

Restaurante de nueva creación, muy bien situado en el Barrio de Montecarmelo. Ambiente cálido y acogedor. Tiene dos plantas. Lo primero tengo que destacar el gran servicio, amable y muy profesional. Comida rica y bien elaborada .... debo poner un DIEZ a los "tallarines con crema de trufa negra y huevo a 63 grados, servidos en la rueda de pecorino" absolutamente espectacular 👌, de los más ricos de todo Madrid con diferencia. Tuvimos un pequeño percance prácticamente sin importancia y aún así lo solucionaron muy gratamente. Lo recomiendo y volveremos pronto. Muuuchas gracias. 🍽🍺🍸🍷🍾🍹🍮🍰🍦🍜🍕🔝💯

Platos cuidados y servicio atento. Todo lo que pedimos estaba bien cocinado y nos gustó. Y los precios son muy razonables. La única razón por lo que no le doy las 5 estrellas es por la presión constante a la que te someten para que desalojes la mesa lo antes posible. Prácticamente te quitan el plato antes de que termines de reposar el cubierto y mientras estas masticando aún el último bocado. Esa parte arruina, en mi opinión, la experiencia tan agradable del ambiente que hay de relajación y de bonita decoración. Nos advirtieron de que debíamos liberar la mesa a una hora determinada y cuando aún nos faltaba más de una hora ya nos habían limpiado la mesa y nos estaban ofreciendo postres. Se llevaron el pan sin preguntar y cuando quisimos pedir más comida les hice saber que nos habían quitado el pan y nos trajeron más pero nos cobraron ese segundo servicio de pan cuando se habían llevado la mitad del primero. El servicio de pan sólo cuesta 1.50 y evidentemente mi descontento al respecto no es tanto por el precio sino por ilustrar la situación de prisas con la que te atienden. El personal es simpático y trabajan con mimo, pero la instrucción que deben de tener de apresurar a los comensales es algo a revisar en mi opinión. La comida estuvo buena. Encontré el carpaccio algo seco pero me ofrecieron aceite extra si lo pedía. Aún así creo que podrían haber puesto algo más. El parmesano en polvo me parece un detalle que es de restaurante más de trote. Me esperaba algo más cuidado, unas lascas por ejemplo. La lasaña y el melanzane estaban muy buenos así como el pappardelle al nero. Muchas otras cosas de la carta tenían buena pinta y volveré para probarlas. La lista de vinos no es muy extensa pero tiene un poquito de todo. El Chianti que hay está muy bueno. Contenta de tener un nuevo establecimiento en el barrio con un estilo más cuidado y menos de tapeo.

Lugar con la atención del personal excelente , la comida muy buena , no le doy 5 estrellas porque el plato “Targliatelle Tarrufo e Uov” me parece caro , 19,90 euros por un plato de tallarines con sus especies, veo el precio un poco excesivo, pero bueno es por poner un pero , todo lo demás muy recomendable ,