Ochenta Grados Montecarmelo

Experiencia “impresionante” Sólo entrar ya te encanta, la música , la iluminación, la decoración del espacio es impresionante …. La comida son pequeños placeres que despiertan tus sentidos Recomendable el Foie …. Si a todo ello le sumas el servicio y la atención de Noelia que nos ayudó con las elecciones, hacen de este local el sitio ideal para nuestra reunión familiar

Fui a probar la franquicia por primera vez y me encanto. Platos innovadores y modernos. A destacar el plato del huevo trufado. El distinto y la sangría es espectacular. Entre semana tienes un menú de 14,50€ con un plato frío, dos calientes, postre + bebida + pan por persona. A tener en cuenta que nos cobraron un suplemento de terraza de 5€ y pico que no esperábamos. Mi cuenta salió a 20€ con cabeza con suplemento y otra bebida (3,80€), algo caro para la copa que es, pero luego cuando lo pruebas merece la pena pagarlo. Los platos muy buenos en general. La decoración del interior muy sofisticada y los baños modernos y recién limpiados. El servicio muy rápido, pero los platos se reciben según se van sacando de cocina y personalmente prefiero que me lo den por orden, ya que los calientes se enfrían y en la mesa no entraba más y nos metían prisa por retirarnos algún plato. Nos atendió Antonella, un encanto. En general, repetiré sin duda a pesar de esos matices de la franquicia.

Hemos probado su menú del día. Y un éxito total. Nos ha encantado de platos fríos: el tartar y el pisto. Y de los platos calientes recomendados: huevo trufado, los ñoquis de setas y los ravioles de cangrejo. De postre nos encantó su iconico leche con galletas y el pastel de limón y chocolate blanco. Sin duda volveremos a probar más de su carta.

Pertenece a una franquicia de restaurantes. Local con bonita decoración, amplio, mesas bastante separadas y una terraza dividida en 2 zonas. Tienen menú diario entre semana 14,50€ que incluye un primero, 2 segundos, postre o café/ infusión y bebida y pan. Y a la carta también. Platos interesantes con un toque diferente. Un inconveniente es que te los traen sin un orden claro. Te puede llegar un Segundo antes que el primero. Solo se respeta el postre, al final. Yo me junté con los 3 a la vez, con lo que se enfrían los calientes. No fui al baño por lo que no hay crónica sobre ellos.

Me encantó. Es un estilo diferente a los restaurantes convencionales. Los platos son pequeños y no tienen orden de comanda. La calidad es muy buena, con presentación original. La atención de los camareros muy buena, siempre atentos a dejarte la mesa lo mas despejada posible. El local es muy moderno y original. Te sientes como si comieras en un restaurante gourmet, pero nada que ver ya que los platos nos son excesivamente elevados. Me gustó el detalle en la cuenta donde te ponen mensajer y a su vez te quitas céntimos del total.