Omeraki

Experiencia espectacular, sin ninguna duda repetiría. La comida genial, pedimos el menú degustacion Festival para cenar y no puedo poner ni una sola pega. El personal increíble, parecía que estábamos en casa. Y que decir de Inma, una más con sus compañeros, presumiendo de humildad y a su vez de gran profesionalidad. Con gente así, la vida es más fácil. Gracias por la velada!

Cuando uno llega a lo más alto no es suerte ni casualidad. Es hacer las cosas con verdadero esmero y pasión y amor a la profesión. El restaurante es lo más bonito que hemos visitado nunca. Un auténtico sueño! La atención del personal es exquisita ( especial mención a Fany que no se le escapa un solo detalle además de ser encantadora) Tenemos un problema de salud en la familia y nos adaptan el plato para que podamos probarlo todo. Cambian la carta cada semana!! Y la comida es de otro planeta!!!. Tuvimos la oportunidad de saludar a Chicote y es cercano y muy simpático ( así me lo imaginaba) Pienso ir todas las veces que pueda porque se ha convertido en mi lugar favorito en el mundo para comer. Cada visita es un auténtico e inolvidable placer para todos los sentidos. Gracias equipo Omeraki!!!

Te sorprende desde que entras por la puerta. Lugar agradable completamente lleno con una acústica fantástica, pues no parecía que hubiera gente. Distancias entre las mesas y disfrutando de un espacio completamente diáfano donde podíamos disfrutar de la cocina en vivo. El personal se mueve con una agilidad y profesionalidad que da gusto ver cómo todos los platos salen en perfecta armonía como si de una orquesta se tratara. La comida, fue una sorprendente cascada de sabores... Todos los sentidos consigue hacerlos partícipes en lo que fue todo un lujo de composición. Muchas felicidades por la gran cocina que tuvimos el gusto de disfrutar. Hasta pronto!

Todo perfecto. Probamos la experiencia Homenaje y recomiendo que se elija para la comida y no para la cena porque es bastante copiosa. Nos encantó el boquerón con salsa de mango, la pintada, el tataki de atún, la cola de langosta... Fue un recorrido a través de los sabores y texturas. Más que recomendable.

Es una experiencia alucinante. Escogimos el menú completo y cada plato es mejor y más sorprendente que el anterior. No destaco nada porque todo es sobresaliente. Lograron que hasta un anticebolla como yo, se comiese un "pastel" de cebolla... ¡y me gustase! La mezcla de sabores, el cómo preparan todo delante del comensal, la amabilidad constante del servicio. Todo es un 10. El local es una preciosidad, y el reparto de las mesas es el adecuado para que, aunque esté lleno, no haya sensación de ruido. Un detallazo de Alberto Chicote el ir saludando mesa por mesa. Más allá de ser un gesto, le pone interés a lo que los clientes dicen. Un señor encantador. Conviene reservar con tiempo, ya que miré a principios de julio y no había ya hueco hasta el primer fin de semana de agosto. Merece la pena está experiencia. Enhorabuena a todo el equipo.

Un local cuidado hasta el detalle, espacio abierto y muy luminoso. La cocina se ve desde el comedor. Fuimos un viernes y tenían 3 tipos de menú degustación (no hay opción de carta). Escogimos el intermedio, que incluye 4 aperitivos, 3 entrantes, 1 principal y postre. Todo muy rico, hecho con mucho detalle. El servicio es muy atento. Al finalizar la tanda de comida Alberto Chicote salió al comedor a saludar a los comensales y preguntar qué les había parecido el servicio :) El precio, muy adecuado siendo un restaurante que perfectamente podría tener una Estrella Michelín. Muy recomendable!

Estuve hace unos días celebrando mi cumpleaños y ha sido una experiencia fantástica. El trato de todo el personal desde que pones un pie en la entrada hasta que sales es de 10, siempre atentos, muy amables, explicando todo y recomendando para elegir algunos platos del menú. Nosotros escogimos el menú Festival y hace honor a su nombre. Todos los platos que probamos nos gustaron mucho, tenían la combinación perfecta de sabores y texturas. El local está muy bien decorado, nada más entrar te encuentras un pasillo largo con una pequeña biblioteca y después un gran salón con todas las mesas y dos zonas de preparación. El día que estuvimos también estaba Alberto y se pasó por todas las mesas saludando. La verdad es que hemos estado en unos cuantos restaurantes con estrella Michelín y/o soles Repsol y este tiene toda la pinta que en breve se llevará alguno/a. Enhorabuena a todo su equipo encabezado por el Jefe de Cocina Jesús Almagro.

Muy agradable para cenar y el personal muy atento y amable. El local es muy bonito y el poder ver cómo preparan los platos es perfecto. Chicote eataba dando el toque final a los platos antes de salir. Quizá, solo dirĺa que es una muy buena opción para la gente que le gusta el picante. Los helados en los entrantes muy acertado, de las cosas que más me ha gustado. Repetiremos seguro.

La experiencia ha sido increíble,nos decidimos por el menú homenaje. Desde el momento que entras al restaurante notas que estás en un sitio diferente. El pasillo con la librería, la luz adecuada y al fondo una chica muy agradable te da acceso al interior. Los platos, espectaculares, atención inmejorable. Nos ha encantado. Alberto estaba durante el servicio al pie del cañón. Ha salido a preguntar a los comensales por el servicio recibido. Un tío muy normal y agradable. Sin lugar a dudas repetiremos!!!!