Funambulista Bar

Llegamos a esta coqueta coctelería situada en la calle Huertas por casualidad, y como a menudo suele suceder, los planes impremeditados son los mejores. El equipo de barmen son verdaderos profesionales del arte de la coctelería, además de muy simpáticos y atentos. La carta de cócteles es amplia, y aborda desde los clásicos a propuestas originales y arriesgadas (¡debéis probar el 'Té quiero'! ) . El ambiente y la música propician que sea realmente difícil tomar sólo una copa. Lo recomiendo absolutamente.

El sitio es maravilloso y el camarero que nos atendió fue súper simpático. Además el coctel de “vacaciones de verano” trae una maletita pequeñita y me llevé una gran sorpresa cuando la cogí y sentí que tenía peso, así que cuando la abrí y vi que tenía galletitas menuda sorpresa y felicidad me llevé jajaja. Sin duda volveremos!

¡¡Que maravilla de lugar!! Desde este momento, está cockteleria se acaba de convertir en una de mis favoritas de Madrid con un absoluto SOBRESALIENTE. Atención de 10 por parte del personal, con especial mención a Ricardo, su dueño, que nos trató impecable y profesionalmente desde que entramos y con quién hubo una estupenda sintonía....comida de CALIDAD y CANTIDAD super generosa a un precio super espectacular teniendo en cuenta la zona, y cockteles de autor que te transportan en el espacio y el tiempo. Lugar para repetir, repetir y repetir una y mil veces....se nota que aquí hay alma y corazón puestos de principio a fin. Música perfecta para crear una ambientación cálida, íntima y relajada. Satisfacción máxima en paladar y estómago

Funambulista es una de mis coctelerías favoritas de Madrid. No sólo por su increíble propuesta de cócteles de autor (mención especial a Sombras Chinescas y Hombre Bala), sino por la carta de platos que la acompaña (las patatas bravas, el hummus, la hamburguesa y el arroz Thai son un espectáculo), el servicio dedicado y atento (con Ricardo capitaneando a todo el equipo) y una atmósfera cálida y perfecta, tanto de día como de noche. Local decorado con cariño y al que apetece ir siempre en el Barrio de Las Letras.

Llegamos por casualidad. Queríamos tomar una copa y al final resultó el lugar ideal. Muy buen servicio. Explican muy bien la carta. Esta es extensa y variada. Nos encontramos bien acogidos. Fue una experiencia muy agradable. Probamos el daiquiri, un vodka con tónica y un 'sabe a pirulera' que resultó muy original. El local es pequeño, pero agradable y acogedor. El precio medio de las copas es 10 euros, pero vale la pena pagarlos. La experiencia lo vale. Muy recomendable.