Josefita

Un gran lugar en el céntrico alma de Madrid. Desde fuera parece un local básico minimalista. Una vez que en su interior, entras en contacto con el personal, te das cuenta que es un sitio especial. Tapas exquisitas distribuidas por un servicio extraordinario. Que más se puede pedir. Lo recomiendo 100%. Eso sí, si podéis reservar.

Un restaurante muy apañado. Tiene cosas muy ricas y tradicionales, pero con un toque moderno. Las patatas con miso y alioli estaban buenísimas, y el josefito también. Tienen una zona más tipo bar y algo más ruidoso; y la zona trasera, más tipo restaurante, silencioso y tenue. Nos atendieron muy bien y seguro que volveremos.

Sin duda uno de los mejores sitios en los que he estado últimamente. El servicio de 10, todas las chicas son súper amables y eficientes, trajeron todo muy rápido. El ambiente muy bueno, y qué decir de la comida... Probamos casi toda la carta puesto que éramos un grupo grande, pero volveremos para pedir lo que nos falta. Todo estaba riquísimo. Muy buena relación calidad-precio además.

Ubicado en Malasaña, Josefita te entra por los ojos nada más poner un pie en él. Una decoración sencilla pero llena de nostalgia y que cuenta con tres espacios: Entrada luminosa con un par de mesas bajas, una barra y una mesa larga, la barra y un salón oscuro pero acogedor. La carta ofrece principalmente raciones, un par de chacinas y amplia carta de vinos donde encontrar oloroso, amontillado y manzanilla. Cocina mayoritariamente andaluza, con otras propuestas como los tacos, torreznos o puerros confitados. Obligatorio el mollete de pringá y las croquetas. Buena opción para comer en el centro de Madrid por unos 25€ por persona.

Sitio súper acogedor. La comida es un 10, las dos variedades de croquetas tienen un sabor súper potente. Imprescindible el Josefito, el pan súper blandito, la carne se deshacía en la boca y la salsa con el picante del jalapeño hace que el bocado sea perfecto. Si te gusta el cacahuete no dudes en pedir el helado que estaba muy bueno también.

Un lugar donde comer bien, variado y disfrutar de algunos platos tradicionales de la comida asturiana. Me gustó todo lo que pedimos aunque si tuviera que recomendaros 3 platos serían: - Cualquiera de sus croquetas. - Los tórrelos - Y, por supuesto, el josefito. Para mí este es imprescindible. Con vino y postres salimos a 30 euros por cabeza. Muy muy bien.

Todo lo que pedimos estaba bueno o muy bueno y con un precio excelente. De las raciones me quedo con los torreznos (aunque las croquetas estaban muy bien también) y en tema de molletes/sándwiches sin duda el josefito (al que atacamos tan rápido que no pude ni hacerle foto). Para redondear de postre la tarta de queso. Para volver.