Casa Orellana Salesas

Típica taberna española tradicional/moderna, queda por Alonso Martines en una buena calle de bares, tiene buen ambiente para comer rico y tomar algo, lo mejor las croquetas de rabo de toro, los chipirones en su tinta y el cremoso de chocolate, el menú es general es tradicional y todo está exquisito. 20-30€ por persona con 🍸

Habíamos estado en este local cuando era el antiguo Lady Madona y de estética no ha cambiado absolutamente nada, es agradable. Fuimos a probar el brunch ibérico y nos gustó bastante en general. Algunas puntos que no nos gustaron fueron que el zumo de naranja no era natural y que no tenían chocolate caliente o algo similar. Pero por lo demás muy rico y original, y por 26 euros quedas muy bien. Buen servicio.

Pequeño bar-restaurante situado cerca de la parada de Alonso Martinez , un sitio bastante elegante , con una buena barra de bar y unas cuantas mesas para comer. Dispone de una buena carta de raciones y tapas , ensaladilla , gildas , croquetas , torreznos , ibéricos , quesos , etc. Para comer carnes y pescados. Yo fui a la hora del vermut digamos, abren a las 13:00 y pedí una tapa de ensaladilla, la sirven en tres tamaños, tapa , media y ración completa. Además disponen de dos variedades, la clásica y la centollo , yo pedí la clásica. Sale en algunas recomendaciones de mejores ensaladillas de Madrid. Llevaba , patata , zanahoria ,atún y cebolla pochada. La cebolla y el atún van encima de la ensaladilla, yo lo mezcle todo. La cebolla pochada le da un toque interesante, buen atún, mayonesa suave , sin mucha vinagre. Servida con un buen pan y unos picos de pan. Resumen : Buena ensaladilla , me falta quizás un toque de vinagre para mi gusto. Precio : 6€ la ensaladilla , 1,1€ el pan y 3,5€ el tercio de cerveza sin alcohol. Puntuación : 8

4 estrellas por el jefe de sala. La comida estaba toda rica, los sabores son buenos. La tarta de queso es fuertecita pero está rica, pero el encargado es muy antipático. Fuimos a comer el domingo y la verdad que te reciban así es bastante desagradable. Por suerte los camareros muy amables, pero el jefe tenía mal humor desde que llegamos