Matt

Cucurucho, nombre particular y provocativo. Para haber ido un miércoles a cenar, y obvio solo estaba disponible la parte superior del local, realmente el lugar es apetecible y encantador, tiene unas mesas altas para beber y picar junto a las ventanas y dado que ya está cambiando la temperatura el sitio era frío e igual se filtra la brisa. Cenamos en el área de las mesas y pienso que ya deberían comenzar a poner en las noches alguito de calefacción. La comida buena, comimos unas carrilladas estofadas al vino con puré de patatas absolutamente natural, exquisito, lo único que si no suben la temperatura ambiente, se seguirá enfriando los platos y por supuesto la comida con mucha rapidez. La atención excelente. Que si volvería? Claro que sí! Sobre todo si es con la misma compañía! El sitio es un cucurucho de sabores!

Muy cerca de Plaza Castilla puedes encontrar este animado local para tomar unas raciones y una cerveza y/o vino. En verano tiene habilitada la zona de la terraza, una azotea muy tranquila en la que poder disfrutar. En invierno la sala que habilitan es la de abajo, con música en directo algunos días. En cuanto a la comida, está bien sin ser espectacular. Buenos cucuruchos de pescaíto frito estilo andaluz (me gustó especialmente el cazón) y alguna ración destacable. El servicio es bueno, ya que disponen del personal suficiente, pero cuando está lleno se vuelve algo lento. Sitio para repetir y actualizar la reseña, seguro.

Lo mejor de este sitio son sus diferentes zonas, desde el acuario con una decoración en la planta baja, pasando por el Tablao también abajo y su terraza con una decoración atractiva e iluminación cuidada. La comida está buena, a base de pescadito frito servido en cuchuruchos, ensaladas y segundos mas consistentes en los que hay más platos de pescado. Son rápidos y amables.

Tanto su terraza como el salón para eventos privados están muy bien amueblados y son lugares que invitan a pasar un agradable velada comiendo o cenando. Como su nombre indica destacan los cucuruchos de pescadería fritos, calamares, etc También tiene clochinas o tellinas de Huelva. Bien servido y animado para la zona en la que se encuentra. El servicio es atento aunque a veces andando algo desbordadas y debes tener algo de paciencia.

Sin duda lo que más destaca es el ambiente, cuando fui nos atendieron de forma muy agradable y te hacen sentir bastante cómodo. Además, en cuanto a la comida, si también estas buscando un sitio donde comer bien este es el sitio perfecto, se nota que es buena en cuanto te la sirven, y después de dar el primer bocado quieres repetir, por lo que recomiendo ir con hambre para poder comer todo lo posible.

A mi familia y a mi nos encanta el pescado, y este restaurante ha sido todo un descubrimiento, ya no solo por el maravilloso viaje a nuestra tierra del sur, si no por la variedad de alimentos que te brindan. La atención ha sido fabulosa, y el ambiente no podría ser mejor. Y para rematar, la música en directo nos dejo un gran final. Dejaremos Madrid con un bonito recuerdo de este lugar.