El Viajero

El sitio bonito, el servicio fatal, el camarero no nos dejó sentarnos porque según él iba a limpiar la mesa, en cambio otro camarero muy amable nos dijo q podíamos sentarnos, encima al final ni limpió la mesa. A continuación, cuando por fin nos trajo la carta, decidimos pedir un café y un cóctel, a lo que nos dijo q café no había (me parece bien, pedí agua), y el cóctel según el que iba a tardar porque tenían que hacer cambio de turno, después vimos como atendió y sirvió a otras mesas y nunca nos trajo el cóctel, incluso al mesa de al lado le trajo el mismo cóctel que habíamos pedido. Al final pedimos la cuenta al otro camarero, el cual si intentó arreglar lo que su compañero había hecho mal pero ya nos fuimos igual. Ya por este mal servicio no volveremos nos estropeó la tarde

Sitio muy concurrido, no se puede reservar, hemos encontrado sitio en la barra, nos hemos tomado una tortilla, está muy buena y unas bravitas, todo bien, eso si, no hay que tener prisa La comida diría que calidad precio está bien, los precios de la bebida me parecen desorbitados 4,5€ un tinto de verano, 5€ la copa de vino más barata, ni que estuviéramos en tiempos de la Ley Seca ... El servicio regular, hemos pedido una tortilla un poquito más hecha de lo habitual, después de esperar bastante la hemos vuelto a pedir y nos ha llegado igual que al resto, es decir, ni caso

El lugar está muy bien. Fuimos en plenas fiestas del barrio y tuvimos que esperar un poco. El servicio y la atención muy buena. Son rápidos y eficientes. La comida estaba bastante bien. Pedimos dos hamburguesas y un guacamole. He notado que los precios subieron algo, pero no está mal para ir y compartir.