Buns

Estuve en esa misma calle tomando unas copas y teníamos hambre sobre las doce de la noche la cual vimos gente entrar y decidimos pasar también. El lugar es muy agradable y tienen una carta muy extensa los camareros muy majos al decirles lo de si podíamos cenar a altas horas de la noche y sin problema comimos unas cuantas raciones como croquetas hamburguesas y varias cosas más y salimos muy satisfechos y contentos con la tripa llena que es lo que queríamos. La calidad es muy buena la verdad. Salimos de allí cerca de la una y media de la mañana y sin duda volveré a repetir pero no a estas horas sino para una cena o una comida. Muy recomendable. #GoogleLocalGuidesMadrid @RuperBass

Otro local de hamburguesas en Madrid, en este caso, se nota que gusta y que funciona porque muchos abren y cierran al poco tiempo pero Buns se mantiene. El pan está rico y la carne también, hecha en parrilla en la cocina, aunque para mi gusto, a la carne le falta sal y pimienta (que sé que no se la ponen en cocina, porque me lo dijeron ellos mismos). El tamaño de la carne es algo pequeño para lo que solemos estar acostumbrados, también.

muy cercano a la embajada estadounidense en Madrid. Es una zona de la ciudad donde prima la calidad y los buenos productos con excelente servicio por lo que en el Buns te encontrarás eso y mucho más porque el precio es realmente fantástico para cualquier bolsillo. El local es súper acogedor con una decoración que sosiega el alma creando el ambiente perfecto para disfrutar de una buena comida y alejándose del concepto del fast food. Las hamburguesas del Buns están preparadas con carne 100% de vaca rubia gallega hecha a la parrilla de carbón, con un panecillo (Buns en inglés) idealmente seleccionado por ellos, es suave, esponjoso, perfumado y resistente. Quedé enamorada del pan en cuanto lo probé. Además de la carne y el pan, seleccionan hortalizas, quesos, demás ingredientes y condimentos que son de excelente calidad. Además de hamburguesas de calidad a buen precio que rondan los 7 a 9 euros por hamburguesa, tienen entrantes curiosos como los champiñones rebozados y las auténticas patatas deluxe. También tienen los clásicos hot dogs, ensaladas, postres contundentes como el brownie con helado al que le falta un toque más jugoso de chocolate para mi gusto y menús especialmente diseñados para los más peques. Su carta no es muy extensa pero es muy sabrosa. Incluso tienen servicio take away.

Situado en una calle con un ambiente muy tranquilo y agradable, el local no lo llegué a ver porque reservamos mesa en la terraza, que es un gustazo cuando hace buen tiempo. El servicio fue rápido y amable. Las hamburguesas rondan los 8 o 9 euros y vienen sin patatas fritas, y la ración de éstas es para dos personas (2.5 euros) así que de precio al final está muy bien. La carne venía al punto y estaba muy buena. La Truffle me encantó. Muy recomendable.

Buns es una hamburguesería al estilo americano con ambiente vintage y tranquilo, nada de colores estridentes que te animen a comer/cenar rápido y marcharte corriendo, tonos oscuros con sofás cómodos que invitan a disfrutar de una cena relajada y hasta tomarte una copa alargando la velada. Sus hamburguesas se caracterizan por tener ingredientes de calidad además de carne 100% del mejor vacuno gallego. Nosotros probamos la Olé tus Nachos y nos gustó mucho... no es una hamburguesa de las habituales en carta, sino de las que van variando cada cierto tiempo, algo que hace que siempre tengas burgers nuevas que probar.

Es uno de esos sitios en los que se respira la calidad y el gusto por los detalles desde el primer instante, decoración cuidadísima, así como la selección musical de ambiente. Todo esto solo hace ponernos en contexto para lo que realmente vamos: comer unas excelentes hamburguesas de primera calidad, es recomendable ir cada cierto tiempo ya que cambian la carta planteando nuevas propuestas o recuperando por sorpresa "viejos éxitos".

Creo que lo puedo meter entre mis lugares favoritos en Madrid para comer hamburguesa. Lo pongo entre los mejores ya que tiene todos los factores necesarios para que lo sea. 1.- Ya desde fuera se ve lo bien que tienen cuidado el local, con una decoración muy simple pero muy detallista, desde los manteles divertidos que conseguimos en las mesas hasta la tarjeta de visita. 2.- La atención de su personal es simplemente impecable, gente agradable y siempre atenta pero sin llegar agobiar. 3.- La cocina la puedes ver cuando quieras ya que esta de paso al baño, esta a la vista cubiertas con cristaleras, cosa que hace que el olor a carbón llegue a ti sin dejarte indiferente. 5.- Esta ubicado en la Calle López de Hoyo, muy cerca de metro y parada de bus, y de varios locales como para tomar algo antes y después de la cena. 6.- Y para mi lo mas importante la materia prima de primera calidad con la que realizan todos sus productos. Todo lo que probé estaba simplemente espectacular desde la quesadilla, los aros de cebolla, las alitas de pollo, cheese fingers, LA HAMBURGUESA (de vicio) y el mojito de fresa. Por lo que es un lugar 100% recomendable y creo que no me equivocare al recomendarlo.

Situado en el barrio de Salamanca, en una calle tranquila, el local se identifica desde fuera por un pequeño cartel luminoso de estilo vintage, en contraste con el interior que es moderno y acogedor. Está dispuesto en plan diner, lo cual para mí siempre es un plus; me gusta la amplitud y comodidad de estos sitios. Bueno, al lío: Los entrantes, bien: alitas de pollo y fingers, ricos, los aros de cebolla no nos parecieron gran cosa, las patatas gajo, correctas. Las hamburguesas muy sabrosas, perfectas, mientras que el hot dog nos decepcionó un poco, en parte porque venía con pepinillos, algo que no está especificado en la carta. No trajeron una ración de patatas fritas que luego nos incluyeron en la cuenta, pero se disculparon profusamente y la eliminaron de inmediato cuando se lo hicimos notar. En resumen, aunque hubo algunos detalles puntuales que se pueden corregir, la actitud fue impecable y las hamburguesas, que es a lo que íbamos, son de sobresaliente.

Uno de mis nuevos sitios para comer una hamburguesa. El local es muy amplio y está muy bien decorado, fuera del estilo habitual de hamburguesería que se ve por ahí. Se nota que los dueños se trabajan el sitio, porque varían mucho la carta, añadiendo burgers cada mes, aparte de las que podemos degustar habitualmente, que son fijas. Quizás los precios sean un poco más elevados de lo que estamos acostumbrados, sobre todo porque las hamburguesas son más pequeñas, casi rozando el límite de los sliders y encima no van acompañadas de patatas fritas, pero, sin duda, merece y mucho la pena, ya que con una ración extra de papas comen varios comensales. Sin duda, si aún no conoces Buns, estás perdiendo el tiempo buscando la hamburguesa perfecta, porque, si no está aquí, le falta poco.

Queridos amigos fans de las hamburguesas, preparaos porque ha llegado un lugar de culto a Madrid y ¡que os diga esto una gran adicta a este manjar es algo difícil de aceptar! Sí, sólo me ha bastado una vez en Buns para enamorarme completamente de este lugar. Y no sólo han sido sus hamburguesas de alta calidad sino el propio local en sí: es una hamburguesería con estilazo, fuera de los tópicos, sobria pero acogedora a la vez, luces tenues que dan pie a grandes conversaciones y mesas en pequeños sofás que dan lugar a ponerse cariñoso ¿para qué quieres más? ¡pues lo hay! porque encima, cuando vas al baño puedes ver la cocina completa, es decir, que puedes deleitarte viendo cómo tu hamburguesa se va haciendo lentamente en la parrilla y ya marearte solo con el rico olor... Además, Buns está en una zona que mola, en la Calle López de Hoyos donde puedes encontrar otros grandes para el "pre" y el "post" partido: Panela & Co. con su limonada y pubs como el Zaera o el Déjate Besar para ya dejarse liar la noche entera... Pero hablando de lo importante, yo me aventuro a decir que Buns fabrica una de las mejores hamburguesas de la capital de España. Sí, es que derrochan calidad por todos lados. La carne es de vaca rubia gallega 100% y eso ya me vuelve loca porque es que ¡sorpresa! ¡sabe a carne! y, bueno, el pan, como no podía ser de otra manera al llamarse el local de esta manera, es pura delicia. Nos contaron que han buscado el panecillo perfecto a conciencia y eso se nota al primer bocado. Tuve la maravillosa suerte de probar unas cuantas de sus burgers y no sabría con cual quedarme pero la del mes de Noviembre, con mayonesa de trufa y boletus, significó un SÍ generalizado a que se quedara para siempre porque era puro placer al paladar. Es que, además, tienen "eso" de bueno, que van variando la carta según los ingredientes de temporada. Pero no sólo de hamburguesas vive el hombre, y desde aquí os confirmo que los entrantes son para morir de placer. Los champiñones fritos con salsa alioli me encantaron, así como la ensalada césar y las alitas con miel... si vais varias personas, no dudéis en compartir uno de ellos porque vais a salir bien contentos. Para acabar, únicamente pude probar (era lo único que mi estómago me permitía) el brownie con helado de vainilla. Todos sabemos que esta es una apuesta poco segura porque brownies buenos suele haber pocos (para mí el de TOMA CAFÉ en la calle Palma sigue siendo el mejor de Madrid) y en Buns todavía tienen que cogerle el puntillo, a pesar de que estaba rico. En definitivas cuentas, amigos del hamburguesismo, este es un MUST en vuestra lista de Madrid y ya estáis tardando en aparecer por allí. Además de unas hamburguesas GOURMET de una calidad desorbitada, el servicio es súper atento y el local a mí sólo me invita a las confesiones y a fiestas posteriores.