La Lonja

En mi visita a Madrid. Pudimos disfrutar de este restaurante. Nos tomamos un vermut Los camareros estaven desbordados y el metre me sorprendio mucho diciendo En la hosteleria uno sabe cuando no da un buen servicio Reconocio los fallos pidio disculpas y eso en realidad no es habitual. Nosotros disfrumos del vermut i las tapas fueron espectaculares Regresare enbla proxima visita a Madrid

Este restaurante no defrauda en cuanto a la atención al cliente como precio como en calidad de la carta que ofrecen. No se lleva mi 10 pero si el 9.7 por un par de detalles a mejorar. El primero apoyar los cubiertos directamente en la mesa, deberían poner algo para elevarlo. Segundo punto no ofrecer con la bebida de aperitivo algo de picar. Con eso, se llevará alguna estrella michelin o sol repsol seguro. A seguir así de bien! Volveremos!

Restaurante con ubicación estupenda y concepto renovado que mantiene como marca productos de primera calidad y elaboraciones muy buenas. El personal es atento y muy amable. Precio elevado pero estupendo para darse un capricho y disfrutar de un buen producto con una excelente compañía y en un magnífico enclave.

Comer con las vistas que otorga este lugar, no tiene precio..... Agradable terraza. Buen género y comida rica. Servicio correcto y amable. Precios algo elevados si, pero en un entorno tranquilo con vistas despejadas al palacio real. Buenas referencias de vinos aunque no todas disponibles y la tarta de queso muy rica, si, pero no es la mejor del mundo, y debería ser una ración más generosa. En resumen: un sitio para volver.

Muy buena calidad en pescados y mariscos sobre todo. Nos atendieron extraordinariamente bien y aunque estaba bastante lleno , enseguida nos buscaron un buen sitio donde estuvimos muy cómodos, en la planta alta. Muy bien las explicaciones sobre los platos y el tipo de pescados y mariscos del día. Estaba todo exquisito. Para repetir y recomendar sin ninguna duda.

Una gran experiencia gracias a Julio y su increíble trato, desde acompañarnos a subir a la mesa a guardarnos los abrigos hasta prepararnos un plato de berberechos en vivo y en directo e invitarnos a un trozo de tarta de queso (espectacular) y a unos bombones por ser mi cumpleaños. El arroz además estaba espectacular.