De La Riva

He tenido la suerte de poder disfrutar de la comida, el ambiente y el servido en De la riva en varias ocasiones. Aunque hace ya algún tiempo de esto , hoy me apetece compartir la experiencia. Es una casa de comidas clásica de las mejores que he visitado con unos productos de primerísima calidad. El servicio y la calidad humana es inmejorable, es sorprendente ver a Pepe, el dueño, saludando a cada cliente como si todos fueran amigos, no sabes quien lo es y quien está de paso. Su viva España de Manolo Escobar, habitual en el lugar, le da una calidez y alegría especial. Es un sitio sensacional. Las gentes que se codean ahí son para mi de una categoría exquisita disfrazados de personas normales y corrientes, y digo disfrazados porque de la riva no está hecho para cualquiera, hay que ser especial para poder apreciar su valor , gente de clase superior, con gustos exquisitos, ideologías esenciales …. Personas de toros, de caza , se cartas, de campo, de Marbella, de España…. Personas superiores. Lo recomiendo a todo el mundo, bueno no, a todos no, a los ro….jos no, no está hecha la miel para la boca del asco. Saludos y enhorabuena. Soy muy fan de esta casa .

Era nuestro primer día en Madrid, veniamos desde Canarias y estábamos un poco perdidos, no habíamos reservado en ningún sitio y no encontrábamos dónde comer. Entramos por casualidad y los camareros fueron muy amables. Nos recomendaron los platos típicos de aquí. Comimos muy bien y para nosotros fue una experiencia "muy madrileña". El dueño muy amable también. El cocido riquísimo, las croquetas, el vino y el cochinillo. Lo único fue el precio, un pelín caro, pero te iendo en cuenta la calidad de la comida repitiria en nuestro próximo viaje a Madrid.

No acostumbro a escribir reseñas. Cuando un restaurante me gusta me hago asidua, en caso contrario no vuelvo. En esta ocasión he hecho una excepción porque la reseña es de sobresaliente. Esta casa es un festival para los sentidos. Pepe Morán y su equipo, te ofrece un servicio y consejo difícilmente igualable. La comida es excelente, cada plato que pruebas, hace que quieras probar otro que saca a otros comensales. El servicio un diez, profesional, amable y afectuoso se agradece encontrar sitios así. Como ya se sabe, no hay carta, esta es cantada, y en mi opinión, aúna calidad con un precio acorde. En resumen, en DE LA RIVA hacen felices a sus clientes que se convierten en parroquianos y amigos.

Sitio clásico de los que van quedando menos. Nos hemos sentido muy a gusto, buen trato por parte de todos los empleados y el dueño. Lamentablemente no funcionaban los “extra” y no hemos podido escuchar los himnos por los altavoces que amenizan la velada y que han convertido este lugar en emblemático para ciertos sectores. Volveremos y probaremos el famoso cocido, que tampoco estaba disponible hoy. ¡Gracias!