Oribu Gastrobar

Se ha convertido en un sitio habitual para mis cenas y comidas especiales. Descuento con una conocida app que hace que tenga un precio insultante comer ciertos productos. Cambian la carta cada X tiempo por lo que no se hace pesado ir, ya que siempre hay algo distinto y el trato de los camareros es absolutamente irreprochable. Hay una chica en sala con la que hemos coincidido las 2 últimas veces y es un absoluto placer su trato, su explicación de los platos y su predisposición para atenderte. Volveremos seguro, como tantas veces hemos hecho. Gracias!!!

Una grata experiencia de nuevos sabores. El restaurante dispone de unos dos salones muy acogedores, uno a la entrada y otro mas interior, donde en este caso cenamos nosotros. El ambiente es tranquilo y acogedor. Respecto a la comida, que es lo que de verdad importa, en nuestro caso pedimos los platos de las imagenes, que son (por orden): dimsum de rabo de toro, dimsum de ternera, otodakiyami y maki AK47 Diria que de los 4, no te puedes ir sin probar el dimsum de rabo de toro y los maki ak47, los dos platos son una autentica gozada de comida fuion. El otodakiyami (creo que ese era el nombre) es un plato de cangrejo rebozado en tempura y que va acompañadp de huevo frito, varias salsas japonesas y diria que jengibre y algun ingrediente mas, merece la pena probarlo porque es un plato con un sabor muy original. El dimsum de ternera muy rico, lo pongo el ultimo porque no soy muy fan del cilantro y este plato lleva un toque de esta especia, aun asi, por lo demas el plato tiene muy buen sabor y la masa del dimsum esta muy suave. Espero que sinos animais lo disfruteis tanto como nosotros!!

Desde mis primeras visitas allá por 2014 he ido notando una bajada en la calidad de los platos. Antes no dudaba en repetir, ahora pienso que si no vuelvo no me pierdo mucho. Los huevos rotos “tierra y mar” me gustaron, el xiao long bao shangaines era correcto, el bao de crunchy Beijing duck me pareció pobre (le faltaba un contrpunto, algún encurtido…), el tataki de atún estaba bien, y el jamóncito de pato confitado resulto bastante seco y simple.

Oribu Gastrobar no es un sitio típico, eso queda claro nada más entrar por su puerta en la calle Barquillo 10 y ver su fachada con los toldos azules y la cristalería. Es un restaurante tanto para ir a comer como para cenar, puedes elegir desde el menú del día por 12€, a algún descuento del tenedor o clubKviar que siempre ayuda. El local es bastante amplio, tiene 3 plantas, con una decoración muy cuidada, moderna y original. Yo estuve en la planta del sótano, me llamó la atención lo luminoso que era, y una mesa comedor gris con un diseño exquisito. El ambiente era distendido, en su mayoría gente de oficina o sola comiendo rápido de menú. Respecto a la comida tengo un sentimiento agridulce. Pedimos unos huevos rotos con atún, perlas trufadas, y pan de oliva, el nombre pintaba muy bien pero la combinación del plato fue horrible por la mezcla de sabores y temperaturas, el plato en sí tenía también mucha cebolla y de vez en cuando te encontrabas granos de pimienta que picaban demasiado y destruían el sabor del plato. Un plato muy típico de Oribu Gastrobar son los dimsum de rabo de toro con un espumoso de patata pero en mi opinión fueron bastante normales y un plato simple. Por último como tenía antojo de pato pedí el jamoncito de pato con las verduras y tortillas (una especie de pato pekinés) que fue realmente lo que más me gustó, con las salsas que lo acompañáaban y el vino tinto Luis Cañas. Como conclusión le doy un 6 al restaurante.

Me gusta oribu, trabajan bien, la oferta de los platos fusion asatica es razonable en la carta, ojo, nada nuevo bajo el sol (carta breve que se agradece por el comensal) y tienen un menu diario muy bien de precio aunque en raciones pequeñas para ser menu. El local es desconcertante, la primera impresion es estupenda, es bonito y acogedor, pero puede ser que tu mesa este en una de las multiples salas hacia el interior donde acaba pareciendo una sala de mueble baratejo y corchopan, que ni encaja con el menu, ni con los precios.