La Copita Asturiana

INCREIBLE. Servicio de 10. La comida la trajeron rapidísimo. La calidad de la comida, impresionante. Sin duda alguna los platos de cuchara lo mejor. Pedimos fabes con almejas y cayos con garbanzos. Espectacular el sabor. También pedimos cachopo y chuletas de cordero. El personal es de lo más amable que he visto, encantadores y serviciales. Nos invitaron al cafe. Un lugar muy acogedor, volvere y lo recomendaré sin duda. Un 10 a este increible equipo

Increíble comida , fabada buenísima , cachopo enorme y delicioso, se aprecia la carne , el queso y el jamón en abundancia y de buena calidad .Tomate rosa con ventresca expectacular con un aliño solo de muy bien aceite y sal ...buenísimo. De aperitivo te ponen unas patatas revolconas con torreznos que puedo decir que son de las mejores que me he comido Los dueños y camareras educadisimas y encantadoras. Espero que toque la lotería de Navidad que la venden sin recargo porq7e les gusta repartir...muy grande este sitio.

Todo ha estado muy bien. Las debes con almejas muy ricas. El entrecot también. La señora mayor muy simpática y agradable. La relación calidad precio pienso que es muy buena. Y la cantidad de fabes que te ponen te da para ponerte un buen plato e incluso repetir si quieres. De hecho han sobrado y no somos de mal comer.

De los mejores Asturianos en los que he comido. Para mí un restaurante totalmente desconocido y algo escondido, creo que esto último hace que sea tan increíble porque no se masifica ni pierde su esencia. La comida está espectacular, pero toda. Da igual lo que sirvan porque te garantizo que será de buena calidad y de buena cantidad. Es cocina de toda la vida, de la que nos recuerda a la infancia, de olor y sabor a casa. Cocina de abuela y madre, de la de verdad. Fue un descubrimiento que no pienso echar en el olvido, el flan de orujo estaba..... y la fabada estaba.... y el cachopo tan jugoso..... mae mía me pongo mala de recordar tremendas viandas. Y de precio en la media. El café de puchero hay que probarlo que está hecho con contundencia, como toda la carta.

Sitio con un encanto increíble, como el de los restaurantes de toda la vida en los que se puede observar la historia en sus paredes. Atención de lujo y unos platos increíbles a muy buen precio. Las fabes con almejas, la sopa de cocido, el chuletón de ternera y el cachopo.... Nos costó lo nuestro acabar con los platos de lo generosos que eran. Cómo el amigo que nos llevó, seguramente repitamos en nuestras próximas visitas a la capital.