Restaurante La Dominga

Restaurante que ofrece comida fusión internacional súper sabrosa, absolutamente todos los platillos que pedimos estaban increíbles, recomiendo las gyosas de pollo y el pollo serrano en adobo; la presentación de los platillos era llamativa, la atención fue buena, el precio algo elevado pero 100% valió la pena por la calidad de los alimentos.

Todo genial. Para empezar, se puede reservar desde Google Maps y funciona perfecto. Localización inmejorable en medio de todo el moderneo turista y un servicio rápido, muy amable y con cintura (pedimos alguna cosa medio fuera de la carta y lo ajustaron sin problema). La comida pasote; no había probado la comida Nikkei y me ha encantado. Buenas raciones y precio razonable, no es súper barato, pero es justo porque está todo muy cuidado. La tarta de queso con helado buenísima también.

Decidí acertadamente degustar platos incluidos en el menú del día, que me pareció razonablemente tasado. Y fue así como disfruté de sabores originales y deliciosos, una excelente presentación, y un servicio rápido y agradable. Las cantidades de comida no bastarían para saciar un hambre atrasada, y no me parece probable que alguien pueda considerar acogedor un restaurante con las dimensiones y la distribución del espacio que posee éste para acomodar a la clientela. A la entrada se halla una reducida sala que ejerce simultáneamente funciones de comedor y de barra. El bienestar del comensal no mejora si tiene mesa asignada junto a uno de los muros del angosto pasillo inmediato, que por el otro lado da a la cocina a través de una abertura larga y estrecha por la que se trasiegan platos llenos, semivacíos y vacíos. Al alcanzar el otro extremo del corredor aparece otra sala con más mesas y sillas, pero no mucha mayor anchura para desenvolverse. Recomiendo probar las viandas que aquí se sirven, ya que, sea cual fuere la elegida, es alta la probabilidad de gozar de un bien calculado exotismo que produce excelentes resultados en paladares deseosos de alejarse del casticismo culinario. Sin embargo, no estimo sensato estropear la vivencia prolongando la estancia en el establecimiento más allá del tiempo estrictamente necesario para la sosegada y placentera deglución de los manjares y el ajuste de cuentas final.

La Dominga Nikkei Food es uno de esos lugares que te transportan a un viaje culinario lleno de sorpresas y matices. Dirigido por el chef Diego Couto, quien ha trabajado en algunos de los mejores restaurantes de España, este lugar ofrece una mezcla de sabores peruanos y técnicas japonesas, creando un concepto único y audaz. Desde la entrada, la experiencia en La Dominga es especial. El ambiente es acogedor y la decoración, aunque sencilla, es moderna y elegante. El personal es muy amable y dedicado, destacando especialmente la atención del camarero y bartender Tony, quien nos ofreció unos cocteles excepcionales que complementaron perfectamente la cena. Comenzamos con una selección de entrantes fríos y calientes, cada uno de ellos presentados de manera creativa y con una explosión de sabores. La causa perdida con tartar de atún fue uno de los platos que más destacó, gracias a la combinación de la textura suave del puré de patata con el sabor intenso del atún. La vieira de puta madre con emulsión de kimuchi también merece una mención especial, con una presentación elegante y un sabor equilibrado y complejo. Los platos principales no decepcionaron. El pulpo braseado anticuchero fue uno de los platos más destacados, con un sabor intenso y una textura tierna y jugosa. Pero el plato que más nos sorprendió fue el arroz "Popeye El Marino", un arroz salteado al wok con verduras, chipirón, mejillones, pulpo y gambones, con una chalaquita y leche de tigre que le daba un toque fresco y picante al mismo tiempo. Terminamos la cena con una degustación de helados artesanales, que nos dejó una impresión duradera. En general, la calidad de la comida en La Dominga es excelente, y la presentación de los platos es impecable. Los precios son razonables, especialmente para la calidad y cantidad de la comida que se ofrece. En resumen, La Dominga Nikkei Food es un lugar que sin duda recomendamos a cualquier amante de la comida peruana y japonesa. La experiencia es única y excepcional, gracias a la dedicación y talento del chef Diego Couto y su equipo, y a la atención y servicio excepcionales que recibimos durante toda la cena.

He tomado el menú del día por 12,90 y es una pasada! Pedí un salmorejo acevichado con láminas de torreznos buenísimo y un tataki muy rico también. Comida de fusión de alta calidad en un ambiente magnífico en la preciosa calle Espíritu Santo en pleno Malasaña, el servicio rápido y atento con unas aceitunillas de aperitivo, que más me puede pedir?