Casa Mingo

Lugar emblemático en Madrid por su pollo asado, que es lo mejor de su escasa carta. El precio, algo caro: ración de queso Cabrales 11€; pincho de tortilla española (la patata cocida, no frita), 4,10; la sidra natural a buen precio (7,55 botella de 3/4), pero calidad regular... Lavabos límpios y surtidos. Camareros amables.

El lugar es mítico en Madrid con más de 100 años abierto. Para poder sentarse a comer es necesario ir temprano para coger sitio y no tener que hacer cola en la calle. La atención es buena y la carta es reducida pero con cosas que a todos nos gustan y muy bien hechas. El pollo está jugoso y el caldito es potente. Por ponerle un pero le faltan las patatas o al menos que hubiera la opción de pedirlas por separado. Las croquetas tienen un buen tamaño y están muy cremosas. Buen sabor a jamón. La calidad-precio es acertada, local con encanto. Decoración de la época.

Ocupa las instalaciones de un antiguo lagar, inaugurado en 1888, junto a la Ermita de San Antonio de la Florida, siendo su especialidad los pollos asados y la sidra de producción propia. El establecimiento tiene mucho encanto, conservando aun el sabor de su antigua función. Tiene la gran ventaja de que abre muy temprano, a la 11 de la mañana, y aunque no se encuentra en un lugar céntrico, suele estar abarrotado, así que si acudimos temprano tenemos muchas opciones de poder disfrutar de su encanto y de sus platos. Yo acudí alrededor de las doce y media para tomar un par de tapas, optando por un chorizo a la sidra y un pincho de tortilla de patatas. Con un doble de sidra y un tercio de cerveza, la cuenta sumó 17 € justos. Muy buena experiencia, local precioso y muy tranquilo a esa hora; el mejor chorizo a la sidra que he probado en mi vida, increíble; tortilla de patatas sin cebolla, pero muy buena, generosa ración y muy jugosa, y sidra buenísima, además de una atención muy diligente. Por ponerle un par de puntos negativos, por los que no le doy la máxima puntuación, las bebidas tienen unos precios exagerados; un doble de sidra y un tercio de Mahou a 3,85 € cada una me parece carísimo y, por otra parte, el hecho de que vendan los pollos enteros no posibilita que una persona que va sola pueda probarlos. En otras circunstancias le hubiera bajado más la puntuación, pero teniendo en cuenta el encanto del sitio, y a pesar de los detalles comentados, me parece que vale la pena hacerle una visita.

Este restaurante abierto desde 1888 es un imperdible si visitas Madrid (o si vives aquí) Pollo Asado y la sidra de elaboración artesanal son un clásico, además de los chorizos a la sidra Buen servicio y muy rápido Abre todos los días desde las 11:00h de la mañana hasta las 12:00h de la noche y su cocina permanece abierta todo el día.

El mejor pollo asado y las mejores croquetas de jamón de Madrid me las he comido en este restaurante, los recomiendo, es un lugar de tradición con un buen ambiente y una excelente atención, no dejen de ir. He probado la mejor empanada gallega rellena de atún y una estupenda y deliciosa tarta de queso.

Lo mejor: plato abundante, sabrosos y a muy buen precio. La atención es muy buena, los camareros son muy atentos y amables. Recomendación: Pedir la sidra dulce de la casa, y como plato principal el pollo. Como entrada unas croquetas o el chorizo a la sidra. De postre una tarta de queso. Para mejorar: quizás la ambientación está un poco antigua , se podría mejorar un poco , restaurar algunas cosas. Pero el ambiente en sí está bien.