La Maruca

Muy buena experiencia en La Maruca Velázquez. Espacio muy cómodo y acogedor, con un buen servicio (aunque sería menos insistente con los clientes, de bueno puede llegar a ser agobiante el trato), y unos platos riquísimos. Nos encantó todo: Croquetas de cocido, rabas de Santander, canelones de pularda, y terrina de foie con sobao tostado. De postre, tarta de queso Cañadio y Lemon pie (ambas espectaculares).

Demasiado concurrido y mucho ruido, local bastante grande con 2 plantas. La tortilla de patatas espectacular con cebolla, las anchoas un verdadero manjar buenísimas y el tartar de aguacate y salmón muy rico también nada habitual.. De postre tarta de queso muy rica con base de galleta lotus y el metre nos ha invitado a la tarta de limón porque dudábamos entre una u otra.

Fuimos a comer un sábado y la verdad que el local es agobiante, la acústica es horrible, se escucha el barullo de todas las mesas. En la sala de abajo se está algo más tranquilo. Como plato destacaría las empanadillas de bonito, la tortilla de patatas y la pluma ibérica, muy rico. También probamos la tarta de queso, no es de las mejores pero no está mal.

Estuvimos comiendo por la celebración de un cumpleaños y fue todo un éxito. Cada uno de los platos que pedimos nos encantaron: croquetas, los chipirones y los huevos revueltos. Además la tarta de queso está espectacular, una de las que más me han gustado de las que he probado en Madrid. Mención especial para el servicio, muy atento y rápido. En resumen, una experiencia de diez

Todo buenísimo. La tortilla de patatas es espectacular, poco hecha, en su punto....los buñuelos de bacalao los mejores que he comido y las croquetas de cocido cremosas y muy sabrosas especialmente recomendable y de postre la tarta de queso no puede faltar. El local es bastante grande pero hay que reservar porque siempre está lleno. Amplia carta de vinos. Salimos a unos 40€ por persona con botellas de vino y postre incluido. Las mesas están algo juntas pero en nuestro caso muy cómodos en el reservado, ideal para un grupo grande y con niños pequeños.

Calidad precio muy buena. La famosa tarta de queso no defrauda! También vale la pena la tortilla, si te gusta de sabores fuertes y más líquida. Las mesas un poco pequeñas para nuestro gusto, y te meten un poco de prisa — pero la comida está genial a un precio razonable. No hay sitio perfecto, pero en La Maruca siempre comerás rico por 40 euros o menos

Un menú degustación magnifico, aunque con algún entrante un poco flojo como el pastel de puerros y gambas que se queda un poco cortito comparado con las espectaculares croquetas o las patatas bravas. Los principales muy buenos pero he de resaltar el cordero que simplemente se deshace en la boca y está espectacular. Lo peor de la experiencia, que los camareros no te cuenten lo que te ponen, al ser un menú degustación no eliges los entrantes y deberían contarte que te ponen y que te vas a comer. Por último he de hacer una mención especial a la espectacular tarta de queso con dulce de leche que simplemente está exquisita.