Vi Cool

El lugar , bien decorado , con un ambiente agradable y una atención muy amable , aunque en la parte de la entrada , no hay mucha privacidad , a la hora de comer , pues están las mesas muy juntas , unas con otras . La comida estaba rica , pero la decoración es casi toda con lo mismo [ mahonesa , germinados ] . Cuando ves llegar las tapas te sorprenderá , pues la presentación es muy diferente [ las patatas bravas , no picaban nada ] . El arroz [ estaba muy rico , aunque muy cargado con la condimentación anteriormente descrita ] , el pollo [ en una versión nueva , era frío ] , los postres muy ricos [ el tipo yogur , muy refrescante y con frutas del bosque , desecadas que le daban un toque genial ] , el otro era una tarta de chocolate [ era una tartaleta dura como de galleta , con nautela , blanco y marrón ] , la galleta le robaba el sabor . El pan con tomate no pegaba , aunque lo trajeron , para comer . El café , malo y muy caro . Los baños un poco mal cuidados , los grifos apenas echan agua . Aunque todo se compensa con , la atención muy amable de la chica que nos atendió . Relación calidad precio un poquito caro , pero no dejéis de ir , probad todas las personas no tienen los mismos gustos , aunque veréis la diferencia .

Un fantástico local, decoración industrial con estupendo servicio. Platos originales y creativos elaborados con buenos productos de mercado. Comimos el menú diario que consiste en 1 entrante frío a elegir +1 entrante caliente a elegir + plato principal + postre. La bebida no está incluida. Con todo pagamos unos 17€ por persona. Los platos no excesivos, lo que en mi caso agradezco, pero te quedas a gusto. También está la opción de comer de carta. Un acierto absoluto. Repetiremos!!!

La comida es excelente, una combinación perfecta entre platos tradicionales con un toque de innovación. Pedimos para compartir entre dos personas las patatas bravas, su “bocata” de calamares, el langostino rebozado y las alitas de pollo con salsa kimchi. Estaba todo delicioso, en especial recomendamos las alitas, un espectáculo!! De postre pedimos el chocolate en texturas y la fondue de chocolate blanco con trufas de chocolate. Además de dos cafés. El Precio estaba muy bien teniendo en consideración que acabamos muy llenos.

Totalmente indescriptible. Una muy rica experiencia a un precio de menú diario bastante bueno para el nivel de tan alto de cocina que tienen. Todo, pero totalmente todo estaba riquísimo. El gazpacho de melón, patatas bravas presentadas como sushi y unas alitas con un ligero toque picante riquísimas y una arroz cremoso de gambas buenísimo. Y que decir del postre.... que maravilla de tarta de chocolate. La verdad que si no me pillara tan lejos iba más veces. Un placer que espero poder volver a repetir algún día.

Restaurante con mezcla de sabores, bravas sabrosas y originales, gazpacho de remolacha, ensalada de pollo y mejillones con coco, muy rico. Principales también sabrosos como el salmón con base de calabacín, hamburguesa y arroz meloso. (Inciso constructivo : el arroz meloso hay que darle una vuelta, por poner un pero), La tarta de queso muy buena. Local con ambiente agradable y música de fondo. Recomendable 💯

He ido un par de veces a cenar, de tapeo, y siempre ha estado de 10, pero hacía tiempo que quería probar el menú diario y la verdad es que la relación calidad precio es excelente. La comida es de un nivel bastante alto, todo casero y hecho con mimo. Un menú que podría valer el doble de lo que vale, y aún así quedaría satisfecho. Si das un paseo por el precioso barrio de las letras, desde luego merece la pena hacer aquí una parada para comer. Un único "pero", la bebida... se suben un poco a la parra con el precio de la bebida. Aún así, recomendable 100%