Quenco

Claramente vas a comer a un lugar en el que la gran mayoría de los clientes que lo visitan son habituales y eso siempre es una garantía y más en un restaurante que es complicado conseguir. No te va a sorprender ningún plato pero la cocina tradicional, de temporada y de mercado es deliciosa. Quiero destacar la profesionalidad del personal que está muy atento en todo momento. El postre árabe es imprescindible pedirlo así como el rape a la espalda y los boletus (temporada).

Llevo más de 30 años visitando qüenco y tengo algunos de los mejores recuerdos. La calidad del producto y la amabilidad de la familia que lo lleva no ha decaído ni una vez en todo este tiempo. Tienen uno de los mejores lenguados de Madrid y comer o cenar ahí es siempre un placer. El rape es superior. Se nota que se trabaja con cariño y amor. ¡Un joya de sitio!

Había oído hablar de este restaurante y las expectativas quedaron bastante cumplidas. Parten de un producto de calidad que cocinan con cariño para que el resultado sea de diez. Los pescados (rape y lenguado que fueron los que pedimos) espectaculares. Y la guinda es el trato del servicio, sonrientes, cercanos y muy profesionales.

El trato del personal fue estupendo, y la comida estaba buenísima, el tomate y el salpicón de gambas y carabineros estaba increíble, tambien pedimos el lenguado a la plancha. Comentamos que éramos celiacos y nos dijeron que salvo los fritos todo podíamos comerlo sin gluten. Una lástima que no tengan pan ahora mismo.

Un lugar de referencia para Madrid y para los de barrio donde está situado. Un lugar agradable donde serás bien recibido. Nosotros normalmente pedimos para compartir en este caso boquerones, ensaladilla, alcachofas, pescado, carne y para terminar un postre Muy recomendable y si el tiempo la terraza suma mucho. @myfavouritesrestaurants

Llamamos a media mañana y nos reservaron mesa sin problema. Nos hicieron recomendaciones y nos ofrecieron el "fuera de carta". Fueron trayendo cada plato a la mesa sin prisas pero sin pausa. Una comida tranquila con un servicio ameno y un producto de 1ª. En algunos platos (almejas, boquerones y postre) se me.olvidó hacer fotos. Estaba todo riquísimo y el servicio fue súper atento. Muy recomendable.

Se come de maravilla y el trato de la gente que lleva el sitio es encantador. Productos de toda la vida y de calidad. Fuimos dos y pedimos chuletón fileteado para compartir, y de entrantes medias raciones de tomate y ensaladilla. De postre tarta de queso (espectacular) y fresas. Con bebidas y pan se fue a 90€ pero sales a reventar (en el buen sentido, de haberte llenado con productos de calidad). Se paga y merece la pena. Volvería sin duda