Taberna La Concha

Lo pequeño, de dos plantas. Idea para tapear. Una decoración peculiar y vintage. 👉El servicio es muy bueno, atentos y rápidos. 👉La comida, raciones pequeñas tirando a escasas, pero de muy buena calidad. Ofrece dos cartas con y SIN GLUTEN. Para los celíacos es una muy buena opción. Están abiertos todo el día con una cocina dando servicio todo el día. Nos pedimos, el vermut de la casa. Espectacular. Te da opción de comprarlo para llevar a casa por 12€. Albóndigas, tosta de cecina y queso parmesano y tosta de Solomillo a los tres quesos. Este último lo mejor. Nos pusieron unas aceitunas mientras esperábamos nuestros platos. El pan sin gluten no tiene precio!. Calentito y muy crujiente!!!! . Lo recomendamos, aunque se podrían mejorar algunos puntos... Pero muy buen paso por este sitio. Volveremos!!!.

Taberna de toda la vida en la Cava Baja famosa por su vermut casero preparado con esmero y siempre acompañado de un aperitivo original. Cuando fui el local estaba hasta arriba y no daban abasto aún así la atención fue rápida. Disponen de un salón en la planta baja con mesas para poder comer más tranquilos las raciones q ofrecen.

TABERNA LA CONCHA sirve uno de los mejores vermuts de Madrid!! Preparados y servidos como cóctel, pero a precio de vermú de bar. Y acompañado siempre de un pequeño pero rico aperitivo. Servicio súper profesional y el ambiente el domingo insuperable. A partir de las 13h. se llena. En la ultima visita no comimos, solo unas cañas (muy bien tiradas) y un vermú...que luego seguiamos ruta por la zona...pero tienen muy buenas tapas (Atillo morcilla, Solomillo, Tosta de gambas...), y un montón de excelentes vinos por copas, y también cava, que a mi mujer le encantó. El local es pequeño, pero muy animado y divertido, y en la planta de abajo hay sitio para poder degustar esas tapas y esos vinos, con más tranquilidad. Seguir así Concha, Juanfran y resto del equipo!!

Una pequeña pero super llamativa Taberna localizada por la zona conocida como "cava baja" en La Latina. Casi que no se ve desde afuera, pero cuando uno ingresa, es como estar en el living de una casa. El staff muy amistoso y ofrecen buena variedad de vinos, tragos y cerveza. No probamos comida, pero los platos tenían muy buena pinta. Volveremos!