Maravillosa familia, inolvidable estancia, recomiendo encarecidamente que no dudes en reservar habitación si te lo estás pensando.
Desayuno incluido perfecto.
Preciosa decoracion, está mimado hasta el último detalle. Comida y bebida insuperable en calidad precio. Setas silvestres, cecina, bacalao, los vinos del Bierzo....
Volveremos!!
Hotel pequeño, perfecto para familias de alrededor de 20 miembros y que quieran exclusividad como era nuestro caso. Habitaciones amplias, decoradas con muebles antiguos, sala previa a la cena, funcional, con televisión (aunque pocos canales) para tomar algo antes y comedor muy amplio.
Lo mejor, la calidad de la comida y amabilidad de los anfitriones. A destacar, porque el nivel de los platos era altísimo.
Lo peor, nada, salvo que tu viaje esté centrado en visitar León capital, ya que la distancia es casi una hora de coche.
Sitio perfecto, muy recomendable y sin duda para repetir.
Fin de semana maravilloso. El hotel es bonito y está cuidado al detalle y lleno de encanto. La habitación, acogedora y con limpieza impecable. La atención de Rubén y Camino fue exquisita. Viajamos con un bebé y todo el personal se deshizo en atenciones. El restaurante ofrece platos autóctonos con una materia prima espectacular, que complementan con una bodega completísima.
Como guinda del pastel, pudimos perdernos en las ¡tres! tiendas de decoración anexas al hotel, que están plagadas de antigüedades y piezas de diseño.
Espectacular. ¡Volveremos!
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