Guardaviñas Wine Bistró

Un sitio especial para los amantes del Vino. La cocina también está a gran altura. Ambiente desenfadado, con decoración de diseño pero no modernista. Al frente está Rubén, todo un personaje lleno de ilusión, sabiduría gastronómica y riojana simpatía. Bodega amplia con muchas referencias, donde el vino extranjero tiene un lugar importante. Abre solo jueves, viernes, sábados y domingos. Conviene reservar si quieres mesa. Nosotros fuimos a probar su Premio del Público en el Concurso de Pinchos de La Rioja y disfrutamos de dos vinazos, uno de 2015 y el otro de 1970

Fuimos ayer a comer el pincho que tienen del concurso, que por cierto estaba muy muy rico. Pero lo mejor fue el trato. Estaban a tope, con todas las mesas llenas para la comida, y como no tienen una barra muy grande y nosotros eramos 7 personas, estabamos tapándoles el paso casi todo el rato, aunque sin querer. Aun asi, lo unico que recibimos fueron sonrisas y buenas palabras. El camarero se molestó en comentarnos toda la elaboración del pincho, incluso nos ofreció un vino para que probásemos y estaba buenísimo, con sabor a frambuesa. Por todo esto decidimos reservar para comer en dos semanas, ya que el sitio nos encantó.

Un descubrimiento magnífico. Estábamos dando una vuelta por el casco antiguo, y al pasar por delante nos llamó la atención, así que entramos y reservamos mesa para comer. Gran decisión! Cuando volvimos a la hora estipulada estaba prácticamente lleno. Pero ahi estaba nuestra mesa, céntrica, alta con sus 6 sillas altas preparada. Todo estuvo delicioso, cantidades exactas, temperatura correcta, platos muy bien presentados y los postres, de escándalo, y todo eso por unos 20 y pico euros por cabeza. El encargado simpatiquísimo, vino a saludarnos y estuvo hablando con nosotros un ratito. Muy recomendable.

Situado fuera de la popular zona de bares del casco antiguo, pero a escasos pasos de la catedral. Consiguiendo de esta forma un ambiente muy acogedor, romántico, y con una buena selección musical. Este lugar es una muy buena opción para los amantes del buen vino. Selección creada por su propietario Alberto Ruiz, distribuidor de vinos y especialista en la materia. Se trata de una valiente apuesta en la Rioja, con una amplia carta de vinos nacionales e internacionales. Ofrecien vinos diferentes a los más conocidos , muchos de ellos "naturales" o elaborados por "pequeños productores artesanales".

Es un lugar algo especial. Las opciones del menú y de la carta son prácticamente las mismas. En fin de semana, el menú sale a 18€ y está bastante rico. Lo bueno del sitio: la variedad de vinos, déjate aconsejar. Saben mucho y te proveerán de cosas sorprendentes. Lo malo: pocas mesas bajas y te tienes que sentar en bancos altos, además de que el trato es tan cercano que con mucha gente hace que se pierda el encanto. Comimos bien, sin maravillarnos, pero he estado en otros eventos (catas) y sé que pueden dar mucho más. Me gusta el sitio y repetiré varias veces. Nos encantaron los puerros con ventresca.