Suley

Visita obligada si estás por Vielha. Un paraje maravilloso para disfrutar en familia. El entorno es majestuoso y te hace sentir muy pequeño. Es increíble poder apreciar así la naturaleza, rodeado de animales campando a sus anchas, todo tan cerca y a la vez, tan lejos. Podéis visitar en familia el salto, hay unas pocas eacaleras, pero son fácilea de subir. En camino hasta llegar al parking es una carretera estrecha pero se sube y baja sin mayores complicaciones, no os preocupéis. Evidentemente, hay que ir con cautela, pero sin problema.

Muy bonito. El camino es una pista forestal asfaltada bastante estrecha, con lo cual hay que vigilar el tráfico que viene. Una vez llegas arriba, gran aparcamiento y un paseo ascendente de unos 100 metros para acceder caminando a la cascada grande. Es apto para toda la familia. No apto para silla de ruedas.

El camino hacia allí (en vehículo) es estrecho, así que lo de pasar 2 coches es un problema en buena parte de la última parte del trayecto (unos 10km). Ojo con los que llevan coche grande pero no saben conducirlo... Luego hay un valle, con su río, estanque y cascada. Nos pilló mal tiempo, pero el lugar está chulo y se puede disfrutar en familia. El aparcamiento no estaba muy lleno cuando fuimos, pero imagino que exceptuando algunos momentos de temporada alta, no hay problemas para aparcar. Para mí, recomendable.

Sitio muy muy bonito, el camino para llegar hay que tener cuidado y ir despacio por si te encuentras de cara algún coche ya que es un poco estrecha la carretera. Camino asfaltado y accesible para coches y furgonetas. Hay un parking a pocos metros de la cascada unos 500 metros o así. Tiene un pequeño lago donde podrás meter los pienso o bañarte si prefiere y un valle muy bonito rodeado de vegetación. Fuimos en verano,pero en primavera en época de deshielo debe ser mucho más bonita ya que el agua cae con más fuerza. Muy recomendable visitar si vais por la Val d'Aran

El Salto del Pez en el Valle de Arán es un espectáculo natural de pura belleza. Esta cascada te deja sin palabras con su caída de agua cristalina rodeada de un entorno exuberante. La experiencia de estar frente a la cascada y sentir la brisa fresca es increíblemente refrescante y revitalizante. Es un lugar perfecto para conectar con la naturaleza y disfrutar de la serenidad que ofrece. Si buscas un rincón mágico en medio de los Pirineos, el Salto del Pez es una visita obligada. ¡Una maravilla natural que te dejará impresionado y con ganas de volver!