La Masia

Tienen trona o silla con trona. Encontramos este lugar de causalidad en una visita que realizamos a Lleida. Para elegir entre semana hay dos menús. Nosotros elegimos el de 16.50 por persona ( menús para 2 adultos y un niño de 22 meses). La comida se deshacía en la boca. El arroz con alcachofas y caracoles estaba espectacular se queda en poco. De segundo pedimos conejo y bacalao, el segundo buenísimo el conejo estaba rico. Lo que menos nos gustó es que la carta que nos dieron estaba en catalán y durante la comida se dirigían a nosotros en catalán. Cuando fuimos a pagar si que mantuvimos una conversación agradable en castellano.

Hemos venido a comer por las reseñas, y la verdad que hemos salido muy contentos. El local grande, comodo y con mesas separadas. El personal súper atento y amable. La comida estaba toda buena y de buena calidad. El arroz marinero bueno. Las patatas fritas son de verdad. Los entrantes, navajas, bacalao muy bueno, los mejillones buenos pero podrían poner un poco más. Tienen dos menús, uno de arroz con sus entrantes y otro de elegir varios platos. Menú arroz 35€ y 33€ el otro menú. No pongo la quinta estrella por el tema de los menús. Me obligas a comer unos platos que tratándose de carta igual elegiría otros. Aunque estaba todo bueno, lo encuentro un poco caro, pero queda compensado por el personal y el servicio.

Restaurante de comida mediterránea. A parte de platos más típicos de la zona, como los caragols a la llauna (caracoles a la llauna), vedella (ternera), peus de porc (manitas de cerdo) o tonyina (atún), también tienen especialidad en pizzas artesanas, así como arroces. Todo lo que probamos estaba estupendo, a destacar la tonyina vermella (atún rojo), cuya carne estaba lo suficientemente bien hecha pero tenía un bocado muy tierno. Quizá lo único, que también pedimos como picoteo y no nos terminó fueron las croquetas de bollit (croquetas de cocido), que las vimos un poco pequeñas, el rebozado muy grueso y sin apenas sabor. No así el canelón, que estaba estupendo, como su salsa. Los postres que probamos, tanto el brownie como la tarta de queso, junto con sus helados, estaban deliciosos. Trato excelente, y el personal fue muy atento. Muy buena relación calidad/precio. El local es amplio. Accesible para silla de ruedas.

Un espacio Familiar súper atentos los aseos muy limpios, la carta muy buena y la tarta de queso con helado de fresa y frambuesa, una delicatese para el paladar por su textura sabor y espumosidad, no dejéis de probarla, como sus canalones caseros con un punto en la carne a hígado que le da una textura, buenísima y por supuestos los Caracoles en su punto,y un atún en escabeche que se deshacía de bien echo, enorabuena y gracias por tan gran dia😘⚓