Restaurant Cal Tupinet

Jordi con su simpatía te gana, haciendo imposible que le des importancia por ejemplo al olvidadizo o impuntual. Eso es lo de menos añadiendo las vistas y la comida que está realmente buena, en cantidad y precio muy interesante. Siempre es menú pero con opciones muy variadas y a cada cual más buena. Seguro repetiré, Jordi lo vale! 😂😂😂

BRUTAL! La comida un 10/10, realmente espectacular. Fuimos 4 amigos buscando comida clásica y tradicional y fue un espectáculo. Sugerencias de temporada, segundos brutales, postres de lujo, una maravilla. El servicio, peculiar pero a la vez perfecto. Un trato amable y gracioso por parte del camarero. Para finalizar, el espacio muy muy TOP, una terracita con vistas al macizo del Cadí que tr deja boquiabierto. REPETIREMOS

Comida de calidad con productos locales. Raciones muy generosas. Jordi nos ha aconsejado y no nos ha dejado pedir más de la cuenta. Hemos ido con 3 niños y nos ha adaptado sus menús para que comieran a gusto. Al final ha tenido el detalle de decirnos que se le había estropeado la cafetera y la provisional que se había comprado hacía un café horrible y que mejor mo tomarlo. También se ha quedado con nosotros al final explicando alguna anécdota, y nos ha dado indicaciones para llegar a un mirador que hay allí a 5 minutos para ver toda la Serra del Cadí. Si estáis por la zona, totalmente recomendable.

Cocina catalana tradicional en formato de menú de 25 euros. Encontrarás producto de calidad y unas raciones bastante generosas en un restaurante con encanto (con buen tiempo, comer al aire puro en su terraza con vistas a los prados verdes y las montañas que lo rodean no tiene precio). El servicio es ágil y muy amable. Si estás en la Cerdanya y te gusta comer comer, acércate a Montellà y come en Cal Tupinet sin dudarlo: aparte de las vistas que ofrece el pueblo, saldrás gastronómicamente MUY satisfecho.

Lugar impresionante, tanto por el trato del camarero, las vistas de la terraza como por lo buena que está la comida. Relación calidad precio es muy muy buena, por 16€ un primero, un segundo, un postre, bebida, pan y picoteo de bienvenida que en nuestro caso fue alioli de boniato. A cada plato más increíble y sabroso que el anterior y ya es decir. Sencillamente impresionante, seguro que cuando volvamos por la zona, repetiremos.

Qué decir de este local, ¡Simplemente es sensacional! Ubicado en un lugar remoto y rodeado en un gran entorno bellísimo, este restaurante le da un toque de color a Montellá. Me gustó mucho que dieran importancia a productos autóctonos de temporadas muy cortas y platos típicos y muy bien elaborados de la zona. Un pequeño apunte constructivo, unas patatas naturales cocinadas aportan mucho más valor respecto las congeladas, por el resto muy bien. Servicio atento y una carta con precios moderados.